En República Dominicana, uno de los países con mayor tasa de generación de residuos de la región, hay empresas que aprovechan lo que otros desechan. Tal es el caso del plástico, el cual genera 88,000 toneladas de residuos al año. De esa cantidad, apenas unas 22,000 se gestionan, de acuerdo con datos no oficiales.
Aunque para algunas personas la “basura” no vale nada, cifras oficiales demuestran lo contrario, debido a su impacto social, económico y medioambiental.
En el país hay decenas de empresas locales y extranjeras que se dedican a esta actividad. Una de ellas es Rabo Recycling, de capital coreano, que se dedica a la recolección de desechos plásticos. Esta empresa está en la etapa final de construcción para iniciar sus operaciones en septiembre de este año.
Semi Choi, presidente de Rabo Recycling, asegura que siempre que existan los clientes, el negocio del reciclaje será rentable. Dijo que antes la economía de manejo de residuos sólidos estaba basada en los precios de venta de los plásticos procesados, pero estos no cubrían los costos de recolección y procesamiento.
“Ahora hay una variante importante”, sostiene, debido a que a nivel internacional las empresas y fabricantes grandes están exigiendo un uso mínimo de plásticos reciclados para sus proveedores como requisito de relación comercial con su negocio.
“Es decir, que las empresas que no cumplen con este requerimiento no pueden mantener las relaciones comerciales con los grandes clientes. Entonces, al ser mandatario se está dando la apertura al mercado para la industria de manejo de residuos sólidos que puede reciclar y procesar para la reutilización”, apunta el empresario de Grupo ESD.
Estas acciones hacen que cada día el valor económico del plástico reciclado aumente, lo cual garantiza la rentabilidad del negocio.
Rabo Recycling, con una inversión inicial de RD$200 millones y más de 1,080 empleos directos e indirectos, busca promover la conservación del planeta a través de plataformas de recolección de desechos plásticos que permitan crear una economía circular y así generar ingresos adicionales a las comunidades dominicanas.
Aunque no ha iniciado sus operaciones, Rabo Recycling trabaja en operativos de limpieza de cañadas y concientización a las comunidades cercanas como la de Guajimía en Santo Domingo Oeste, las de Arroyo Hondo I y II, así como la Yuca del sector Los Ríos del Distrito Nacional.
Ya han recolectado unas 176,000 libras de desechos plásticos, las cuales serán procesadas tan pronto la fábrica entre en funciones. Choi considera que esa cantidad de plástico tiene un valor estimado de RD$2.7 millones.
Alianzas público-privadas
En 2016, sólo en Latinoamérica y el Caribe, se generaron 226 millones de toneladas de material reciclable. Se estima que para el 2030 la generación de desechos sólidos, a nivel mundial, sea aproximadamente de 2,600 millones de toneladas. Mientras que para el 2050 alcance las 3,400 millones de toneladas.
La alianza entre sectores público y privado juega un rol fundamental en la economía circular. Para Choi, cuando el sector público se une al sector privado los resultados tienen mayor impacto económico-ambiental.
Sostiene que gracias a la Ley General de Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos se apoyará a este sector tanto en la generación de residuos como en la gestión integral. Esto fomentará la reducción, reutilización, reciclaje, aprovechamiento y valoración.
También permite regular los sistemas de recolección, transporte y recogida de dichos residuos. Esta ley permitirá al sector privado organizarse y al sector público mitigar los efectos negativos de la actual disposición de residuos y desarrollar un sistema integral de gestión.
¿Qué hace falta?
Cada día República Dominicana empieza a crear conciencia sobre la importancia del manejo adecuado de los residuos. “Las empresas se suman a estas iniciativas, pero no contamos con un recurso industrial que trabaje el problema de manera integrada”, asevera Choi.
Las redes empresariales enfocan sus esfuerzos en promover el desarrollo sostenible a través de alianzas público-privadas en el país, pero “es un trabajo de consciencia individual y educación al consumidor”.
Entiende que hacen falta propuestas no solo dedicabas a recoger los residuos y procesarlos, sino también en educar a la población acerca del impacto de acciones simples como el reciclaje.
“Se necesita un esfuerzo grande para el desarrollo de industria de manejo de residuos sólidos, es decir, que requiere crear una economía circular con una inversión significativa para promover e impulsar la participación de los actores importantes en el mercado”, expresó.
Añadió que la importancia de contar con el respaldo financiero gubernamental, incentivando y apoyando las inversiones en las fábricas, logística y distribución de los productos y servicios para la economía circular con los residuos sólidos.