El Gobierno dominicano ha puesto en funcionamiento tres nuevos corredores con autobuses modernos que buscan ofrecer seguridad, rapidez y comodidad a los usuarios. El primero fue el que funciona en la Núñez de Cáceres, luego le siguió el que funciona en la Winston Churchill y, por último, el que está en operación la Charles de Gaulle.
Apostar a la modernidad, a la decencia y la seguridad, lamentablemente, no es el objetivo de muchos. Y no es que no sepan que lo que tenemos hoy es caro, malo, contaminante e inseguro. Lo que sucede es que primero piensan en sus intereses particulares aunque ello implique sacrificar a todos los ciudadanos.
¿Cómo es que apedrean a un autobús cargado de pasajeros sólo por afectar un proyecto que busca modernizar un sistema que hace años grita por cambios reales? Habría que preguntarse que hay en las cabezas de quienes atentan contra los demás.