[dropcap]L[/dropcap]a producción de uva y su industrialización para la producción de vino de alta calidad tiene un potencial muy superior a lo que hasta ahora ha hecho República Dominicana con ese activo productivo.
Así lo indica un estudio realizado por la empresa consultora Agroforsa para identificar la factibilidad de la producción vinícola del valle de Neyba, provincia Bahoruco, en la bodega experimental Plaza Cacique, propiedad de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo (DGDF).
El estudio se basó en un análisis del cultivo de la uva del valle de Neyba, el procesamiento del vino y algunos de sus derivados, así como su comercialización, tanto de forma doméstica como industrial, poniendo en relieve las causas por las que no ha trascendido las fronteras de la provincia Bahoruco.
El consultor Wagner Méndez, al detallar el balance de ganancias y pérdidas en un período de diez años, reveló que la industria tendrá utilidad desde el primer año con tendencia a crecer.
“Este negocio tiene una tasa interna de retorno de un 75%, ¿quién consigue un 75% de rentabilidad en una inversión hoy en día?”, se preguntó.
Para lograr la industrialización del vino y sus derivados se requiere de la incorporación de una empresa cooperativa, la cual tendría como matriz las instalaciones de la bodega experimental Plaza Cacique, donde actualmente solo se aprovecha el 10% de su capacidad en la elaboración del vino.
El director general de Desarrollo Fronterizo, Miguel Bejarán, señaló la importancia del estudio y lo calificó como un documento vital para el despegue definitivo de ese sector.
“Los felicito, porque poco a poco los vitivinicultores de Neyba están comprendiendo la importancia que reviste la asociatividad; estar juntos en una estructura que une toda la cadena de valor de la uva”, acotó.
El miembro de la cooperativa La Esperanza, Miguel Ramírez, señaló que parte de los resultados del estudio eran conocidos por el sector, y por eso solicitaron a la DGDF la administración la bodega experimental.
Proyección de crecimiento del vino dominicano
El consumo de vinos en República Dominicana es de entre un 2% y un 3% del total de bebidas alcohólicas, según datos del GAIN Report 9001RD, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Esto indica que hay un gran potencial de crecimiento en el país, el cual aumenta gracias a sus características favorables a la salud, por lo que los asesores recomiendan la producción de 200,000 botellas para su comercialización.
En la producción de la uva y el vino de Neyba intervienen 254 productores vitivinícolas organizados y aproximadamente 50 independientes, los cuales cultivan unas 2,123 tareas; para la vendimia del 2014 hubo una producción de 3,845 quintales de uvas, lo que produjo 75,000 botellas de vino y 35,000 frascos de mermelada de ocho onzas, ya que solo el 15% de la producción es usada para el procesamiento de vinos y mermeladas y el 85% para comercializar como uvas de mesa.
Se estima que en 2014 las importaciones de vinos sumaron alrededor de US$11 millones, divisas que pudieron ahorrarse en parte si una proporción del vino de consumo local fuera abastecida con mayor efectividad y calidad por los productores nacionales que ya cuentan con amplia experiencia, pero requieren más apoyo.