En el Foro Económico elDinero salió a relucir una verdad que ciertamente tiene sentido: en una eventual reforma del sistema tributario dominicano, que habrá que hacerla tarde o temprano, ya no se puede mirar hacia los sectores que ya pagan altas tasas de impuestos.
Esto así, porque la presión tributaria de la que tanto se habla (que es baja respecto al PIB), realmente no lo es si se toma en consideración que esa carga sólo está sobre los hombros de unos pocos.
Quizá hay dos problemas por enfrentar: la informalidad es, sin quizá, una gran verdad que afecta los ingresos del Estado. Lo otro tiene que ver con los altos niveles de evasión admitido por las mismas autoridades.
El tema es que los que pagan han sido siempre los mismos, mientras que los evasores y los que navegan en la informalidad no hacen el mínimo esfuerzo por ser formales porque eso les genera ganancias. Al Estado no.