Para 2026, el pago de intereses de la deuda pública en la República Dominicana representará el 24.2% de los ingresos fiscales, un nivel similar al observado durante la pandemia del covid 19, cuando el endeudamiento público aumentó de forma significativa para enfrentar la crisis económica y sanitaria. Este porcentaje equivale a que RD$24 de cada RD$100 que recauda el Estado estarán destinados al pago de la deuda pública, de acuerdo con las proyecciones oficiales.
Así lo indican datos de las direcciones generales de Presupuesto (Digepres) y de Impuestos Internos (DGII), en los que se proyecta que esta presión no es nueva. Según las estimaciones, el pago de intereses pasó de 16.9% de los ingresos en 2014 a un 25.7% en 2020. Aunque en 2021 y 2022 se registró un crecimiento moderado, con 18.6% y 19.5%, respectivamente, la data indica que desde 2023 la tendencia volvió a ser progresiva.
No obstante, según un análisis comparativo de la consultora económica Despradel y Asociados (DASA) con datos del Banco Mundial, esta elevada proporción de ingresos destinada al pago de intereses reduce el espacio que tiene el Gobierno para invertir en infraestructura, brindar ayudas sociales, implementar políticas públicas y responder ante crisis económicas.
Los datos reflejan que una parte importante del presupuesto se emplea en cumplir compromisos financieros previos, limitando la capacidad del Estado para impulsar nuevas políticas públicas.
De cara a 2026, el desafío para las autoridades será equilibrar el cumplimiento de los compromisos financieros con la necesidad de responder a las demandas sociales y promover un crecimiento económico inclusivo, indica el análisis de DASA.
En el plano regional, la situación dominicana resulta aún más relevante. Según el análisis de la consultora, en 2023 la República Dominicana se posicionó como el segundo país con mayor carga de intereses sobre los ingresos totales en América Latina, con un 18.7%, solo por debajo de Brasil, que alcanzó un 30.8%.
Además, la data demuestra que la carga dominicana superó a economías como la de México (18.6%), Costa Rica (15.9%), El Salvador (14.1%) y Colombia (13.8%). Asimismo, se situó muy por encima de países como Chile (4.6%), Uruguay (6.6%) y Nicaragua (6.9%), lo que evidencia una mayor presión financiera sobre las cuentas públicas nacionales.













