El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, exhortó este martes a conseguir una “globalización equitativa que no deje a nadie atrás” y a aprovechar la “cuarta revolución industrial” como fuente de bienestar frente a los riesgos sociales y económicos que plantea.
“Nos guste o no, el aumento de la desigualdad se ha convertido en el rostro de la globalización y ha generado descontento, intolerancia e inestabilidad social, sobre todo entre nuestros jóvenes”, afirmó el líder de la ONU en La Habana durante su intervención en la apertura del 37 Periodo de Sesiones de la Cepal.
Guterres, que se encuentra desde este lunes en Cuba en su primera visita oficial a la isla, reconoció que la globalización ha supuesto mejoras inéditas en la erradicación de la pobreza y el aumento de la longevidad, pero lamentó que “hay demasiadas personas que han quedado atrás”.
Entre los problemas más acuciantes que plantea, mencionó la concentración de la riqueza en pocas manos, los problemas de las mujeres para su integración laboral y la brecha salarial o los “niveles alarmantes” de desempleo juvenil, con “trágica repercusión” en su bienestar y el desarrollo de los países”.
“Durante más de una generación los ingresos del 1 % más rico del mundo han crecido a un ritmo dos veces mayor que los del 50 % más pobre”, aseveró Guterres.
En este escenario, el secretario de la ONU exhortó a “aprovechar el potencial de la cuarta revolución industrial y protegernos al tiempo de los riesgos que plantea”.
“Este es el reto más difícil que vamos a tener en las dos próximas décadas, hacer de la revolución industrial un origen de bienestar y de progreso y no un riesgo que puede tener consecuencias muy negativas para la vida de nuestras sociedades y economías”, sostuvo.
Ante los representantes de los 46 países miembros y 13 estados asociados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Guterres opinó que la visión y enfoque de ese organismo de la ONU “son hoy más necesarios que nunca antes”.
La Cepal, que cumple ahora siete décadas, “ha sido paladín progresista y voz autorizada de la justicia social en la economía mundial y ha desempeñado un papel precursor en la integración de las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo”, consideró.
También destacó cómo la Comisión ha promovido “una visión del desarrollo que considera la igualdad como motor impulsor del crecimiento”, con atención a la igualdad de derechos y sobre la base de “investigaciones sólidas y rigurosas”.
“Setenta años después sigue presente en la primera línea de los esfuerzos para impulsar una globalización equitativa”, refirió el alto funcionario, quien también llamó a “redefinir el concepto de desarrollo, sobre todo en las regiones de transición y países de ingreso mediano como Latinoamérica y Caribe”.
Avanzó que la ONU trabaja con las restantes comisiones económicas regionales para mejorar sus capacidades y mecanismos de cooperación, en una reforma en la que la Cepal es el modelo que la organización quiere “ver replicado en todas las comisiones regionales a escala mundial”.
Guterres subrayó el apoyo “fundamental” de la Comisión para ayudar a la región latinoamericana a implementar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU que, recordó, son la hoja de ruta de la organización para la erradicación de la pobreza extrema, el empoderamiento femenino, la inclusión laboral de los jóvenes y la reducción del riesgo climático, entre otros retos.
Insistió en que Naciones Unidas trabaja para que su apoyo a la integración regional y a enfrentar los desafíos trasnacionales “se ajuste más a la realidad actual y las necesidades de los países”.
También pidió “un compromiso más firme” de la comunidad internacional para “combatir la evasión de impuestos, el blanqueo de dinero y las corrientes financieras ilícitas”.
El secretario de la ONU, que ayer lunes se reunió con el nuevo presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y hoy lo hizo con el expresidente Raúl Castro, tiene previsto regresar esta misma tarde a Nueva York.