[dropcap]D[/dropcap]os indicadores macroeconómicos caracterizaron el inicio de 2015 como atípico. Los movimientos de dos tasas, la del dólar y la activa para los préstamos bancarios, pusieron en alerta a las autoridades monetarias. La preocupación fue tal que de inmediato se adoptaron medidas para que todo volviera a la normalidad.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, consideró que la tasa activa de interés de los préstamos bancarios no debió subir más 0.5% sobre 1 punto porcentual, como efecto del aumento de 2% al encaje legal dispuesto como medida para controlar la tasa del dólar en febrero.
“Allí donde haya subido más de ese porcentaje se debe a otras razones”, aseguró, al tiempo que citó como posible causa el interés de los bancos comerciales de compensar por otras vías la disminución de las tasas de interés de las tarjetas de crédito, que significó alrededor de RD$5,000 millones.
Nada de lo que sucedía, según Valdez Albizu, se correspondía con las condiciones monetarias y fiscales prevalecientes en el país. Lo que sí está demostrado es que las medidas también han generado tensiones dentro del gobierno.
Para el vicepresidente ejecutivo de Gestión Interna y Cumplimiento del Banco Popular, Rafael del Toro, las medidas implementadas por el Banco Central para controlar el aumento de la tasa de cambio fueron las causantes de cualquier reacción del mercado.
Indicó que algunas de esas medidas fueron públicas, pero otras no se manejaron en los medios. Las públicas fueron el aumento del encaje legal en dos puntos porcentuales y la inyección de US$290 millones al mercado. El ejecutivo bancario habló el martes pasado durante un encuentro con medios de comunicación en la sede del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).
Pero hubo otras razones, según Del Toro, “como la eliminación de incentivos de cartera que tenían los bancos y la continuación de emisiones de instrumentos o certificados”. Según la Superintendencia de Valores (SIV), la más reciente fue a principios de este mes por un RD$10,000 millones a un plazo de siete años, 12% de interés y fecha de vencimiento en el 2022.
Para tener una idea de lo que ha sucedido, el Banco Central ha logrado retirar, por encaje e incentivo de cartera de los bancos, alrededor de RD$16,000 millones desde que se implementaron las medidas. Igualmente, por certificados emitidos las autoridades han captado alrededor de RD$64,000 millones, lo que establece que sólo por el reajuste del encaje, eliminación del incentivo por cartera y los instrumentos financieros, se han retirado o sacado del medio circulante cerca de RD$80,000 millones.
Por concepto de venta de dólares el Banco Central ha logrado retirar alrededor de RD$9,000 millones, lo que indica que en los últimos tres meses han salido del mercado cerca de RD$89,000 millones, equivalentes al 35% del medio circulante y poco más del 2% del producto interno bruto (PIB).
Lo que dice el mercado
El reporte de la banca establece que la tasa pasiva promedio ha aumentado en un 1.4% (1,400 puntos básicos) y la activa 54 puntos básicos, mientras Del Toro indicó que el gobernador del Banco Central se ha quejado “un poco” del movimiento de la tasa de interés.
Sin embargo, todo indica que el efecto real de las medidas aún no se han sentido porque habrá que esperar el vencimiento de aproximadamente RD$5,000 millones en certificados en el Banco Central, lo que sucederá en 30 y 60 días. Todo dependerá de si los dueños de esos instrumentos decidan dejarlos o retirarlos.
De lo que sí hay constancia es que si la tasa de interés ha subido se debe, fundamentalmente, a las medidas adoptadas por las autoridades monetarias.
La preocupación que ha generado en los agentes económicos los últimos movimientos en las tasas de interés, ha hecho que la Asociación de Bancos (ABA) se mantenga en comunicación permanente con las autoridades monetarias, a fin de buscarle un bajadero. Todo indica que una de las medidas “no públicas” que afectó a los bancos fue la eliminación del incentivo por cartera.
Mercado de valores necesita impulso
El vicepresidente ejecutivo de Gestión Interna y Cumplimiento del Banco Central, Rafael del Toro, es un defensor de las bondades que ofrece el mercado bursátil como fuente de financiamiento económico y con plazos más cómodos para los agentes económicos.
Sin embargo, entiende que el país no cuenta aún con un mercado de valores desarrollado, ya que lo que funciona es un mercado de renta fija y que fundamentalmente se ha dedicado a la emisión de instrumentos del gobierno de deuda pública.