“Hemos sufrido un golpe muy duro, sin duda”, reconoció este martes el empresario Frank Rainieri, presidente del Grupo Puntacana, al referirse al impacto económico que tiene la pandemia del covid-19 en el sector turístico de República Dominicana.
Rainieri explicó que la industria sufrió antes otros impactos fuertes en el pasado, como el huracán George (septiembre de 1998), la Guerra del Golfo (agosto 1990–febrero 1991), los ataques terroristas a Estados Unidos (11 de septiembre de 2001) y la expansión del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) a principios de la década de 1980.
El empresario reconoció, sin embargo, que con el covid-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, el sector turístico recibe un mayor golpe, el cual se agudiza por la grande cantidad de información mediática que circula a través de las redes sociales, ya que antes “el pánico no se extendía como hoy”.
“Saldremos de esto pronto y vamos a tener que aprender a vivir con el covid-19 y tener protocolos diferentes a los que teníamos”, afirmó.
Recordó que en el pasado había menos controles de seguridad en los aeropuertos. “No había que llegar dos horas antes y no tenía que levantar las manos, llevaba en tu maletín de mano, lo que quisieras, hasta una pistola”, manifestó para explicar que los tiempos cambian.
“Tenemos que actualizarnos a las nuevas circunstancias. No sabemos si el mundo se va a ir hacia un tipo de turista o hacia otro”, apuntó.
“Todavía hay mucha incertidumbre, producto de demasiada información flotando”, afirmó, para recordar que carece de una “bola de cristal” que le permita ver, en estos momentos, cuál será la vía de recuperación del sector que, según el Banco Central, aporta un 17% del producto interno bruto (PIB) de República Dominicana.
Golpes fuertes
“En esto 50 años no es la primera vez que recibimos golpes. Hemos vivido otras situaciones diferentes pero también fuertes”, indicó el empresario, al participar en el diálogo virtual promovido cada semana por la la Asociación Dominicana de Prensa Turística (Adompretur), que preside el periodista José María Reyes.
Recordó que su familia empezó en el turismo hace más de un siglo. Sus abuelos crearon, contó, su primer hotelito en 1888 y llegaron a tener tres, dos en Puerto Plata y uno en Santiago.
Rainieri explicó que tres días después del huracán George, el entonces presidente Leonel Fernández llegó al Aeropuerto Punta Cana. “Cuando vio todos esos edificios en el suelo me dijo: ¿Frank, y ahora?”. Entonces, afirma, le respondió: “Presidente, nacimos desnudos y mire todo lo que tenemos”.
Relató que cuando empezó a desarrollar Punta Cana, la zona era “una selva” a las que se llegaba por trillos. Por eso, después del huracán George pidió al presidente Fernández que dejara trabajar al sector turístico sin cortapisas.
“Así lo hizo, y a los 60 días ya estábamos trayendo turistas. Teníamos carpas y bajo carpas pasaban Migración y Aduanas, y a los 60 días la primera dama de Estados Unidos a visitarnos y a final de diciembre estábamos prácticamente en la normalidad”.
También trajo a colación el hecho de que con la Guerra del Golfo Pérsico, en 1991, se paralizó la industria del turismo mundial. “Los norteamericanos movieron medio millón de hombres a Arabia Saudita, la gente no recuerda eso”.
“Lo mismo ocurrió en Septiembre 11, cuando se paralizó. Mi mamá decía que hay que trabajar para las vacas flacas; el que no ahorra en la vacas gordas no va a tener nada para las vacas flacas. Todo tiene un ciclo, algunas dificultades”.
Planteó que la pandemia del covid-19 afecta a todo el mundo en el ámbito económico, social y de salud.
Hasta el 1 de junio, a nivel global se reportaron 6,057,853 contagios de covid-19, con 371,166 defunciones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las autoridades de República Dominicana registran 17,752 casos, y 515 muertes.
Rainieri explicó que cuando surgió la pandemia del SIDA en los años 1980 fueron “difíciles”, porque “los turistas no querían viajar”. “Mató 2.2 millones de personas en dos años. No se contabilizaba la gente que moría en la órbita soviética”. “Claro, no se contagiaba con la facilidad (que el covid-19)”, agregó.
Dijo que, para entonces, los grupos de extranjeros cancelaban sus visitas a los complejos hoteleros por temor a contagiarse debido a la cercanía de República Dominicana con Haití, en donde “había mucha gente con SIDA”.
Explicó que para entonces los turistas dejaron de utilizar los platos, había que utilizar plástico desechables y cartón. Además, tenía miedo a las transfusiones de sangre.
“Con 50 años, para 51 en la industria, no voy a hacer afirmaciones que pueda arrepentirme. Todo está cambiando”.
Dijo que solo en estos meses el Aeropuerto Punta Cana dejó de recibir 600,000 turistas y si cada uno consume US$1,200, como establece el Banco Central, solo por su complejo el país dejó de percibir unos US$700 millones.