[dropcap]L[/dropcap]a llegada de los subagentes bancarios al sistema financiero dominicano ha sido todo un acontecimiento. La autoridad monetaria, al autorizar la instalación de estas ventanas expreso para acceder a servicios que sólo eran posible en una sede de un banco o asociación de ahorros y préstamos, entendió la importancia de bancarizar en un país que como República Dominicana aún carece de muchas cosas.
Si bien es cierto que la mayoría de las empresas, quizá casi la totalidad, y las instituciones públicas pagan a través de nóminas electrónicas, no menos cierto es que muchos dominicanos aún no han pisado un banco en su vida, con lo cual son presa fáciles de aquellos que subterráneamente se convierten en financiadores de actividades del día a día.
Los subagentes bancarios han venido a resolver un problema de primer orden. Con los niveles de inseguridad que hay en nuestro país, sin importar el lugar, la presencia del banco en el barrio y en un lugar apartado de la ciudad facilita la vida de la gente, evitando que sean afectados por los delincuentes.
No hay duda de que la banca dominicana camina por un trayecto de modernidad y que en el mediano plazo dará frutos positivos por la cantidad de personas que podrán acceder a los servicios financieros. Apoyar esta iniciativa es una decisión inteligente.