La época navideña, por su cercanía al cierre de año, se antoja como el momento idóneo para realizar un balance y pasar revista sobre lo que nos ha acontecido en accidentado año 2020. La pandemia del covid-19 nos ha hecho replantear nuestro estilo de vida y nos ha exigido hacer cambios en nuestros hábitos de consumo.
En tal sentido, debemos reflexionar sobre nuestro manejo en términos de finanzas personales en esta triste situación de calamidad mundial. Es vital analizar si hemos tenido un control efectivo sobre nuestros gastos bajo este nuevo escenario. Es necesario calcular nuestra capacidad de pago presente y futura para poder mantener o mejor aún desmontar deudas. Así mismo también será necesario determinar nuestra capacidad de ahorro para realizar futuras inversiones.
En los próximos días muchas empresas ya habrán entregado la regalía pascual. Lamentablemente, habrá personas que desde meses atrás ya tienen comprometido ese dinero. No está mal hacer un sacrificio este año y saldar deudas tóxicas con el doble sueldo, siempre y cuando no vuelva a sobre endeudarse en el 2021.
El endeudamiento irresponsable se convierte en un círculo vicioso. Más que pobreza material, lo que más nos afecta es la pobreza mental. El vivir del “allante” y gastar dinero que no producimos, para financiar un estilo de vida frívolo, elemental e hipócrita nos conducirá al abismo financiero. Adicionalmente, estamos viviendo una situación muy precaria por el tema de la pandemia, por lo que urge ser más comedidos de cara a este 2021, que, aunque exista una luz en el camino, debemos manejarnos con un mayor nivel de prudencia en el gasto.
Si usted es una persona desorganizada financieramente le hacemos la sincera invitación a reflexionar, y motivar un cambio en sus hábitos de consumo.
La cultura financiera es el conjunto de valores, conocimientos y actitudes, que nos permiten una mejor gestión de los recursos, principalmente el dinero. En tal sentido, nuestra actitud tiene un rol fundamental, pues para una buena gestión financiera es necesario tener la disposición y estar abiertos a cambios en nuestro estilo de vida consumista y poco enfocado al ahorro.
Si usted está hasta el cuello de deudas, esta es una época idónea para reflexionar y hacer un cambio en su vida. Si las deudas le agobian, puede utilizar la regalía para desmontar y saldar deudas tóxicas, o sea, aquellas originadas por tarjetas de créditos o préstamos con usureros. Eso sí, una vez libre de esos compromisos, aléjese de los usureros y aprenda a vivir con a lo sumo, dos tarjetas de crédito: una principal y otra de recambio.
Un proceso de desintoxicación financiera será al inicio muy duro, por eso le exhortamos que lo tome como un reto. En enero, aprenda a diseñar y llevar acabo un presupuesto donde pueda controlar sus gastos y así optimizar sus ingresos.
Una buena idea, es empezar a identificar aquellos gastos innecesarios o aquellos que puede reducir (gimnasio, consumo de energía, agua, móviles, suscripciones a revistas, etc.). Su objetivo principal debe ser, con el tiempo, lograr un excedente y con esos fondos iniciar el desmonte del resto de deudas, y con el tiempo iniciar un proceso de ahorro constante para que luego pueda invertir de manera inteligente.
Para lograr esto, se requiere de mucha disciplina financiera, mucho compromiso con el proyecto y una buena dosis de paciencia, pues de un lío financiero no se sale de la noche a la mañana Eso sí, una vez consumado el plan, podrá volver a disfrutar de unas buenas navidades, lejos de deudas y en pleno disfrute de su regalía pascual.
“Nadie puede tener éxito en la vida sin ahorrar. No hay excepciones a esta regla, y nadie puede escaparse de ella.” Napoleón Hill.