Bien lo decía Steve Jobs: “Contratar a los mejores es tu tarea más importante”.
Reclutar y reclutar bien es una de las tareas más importantes de los líderes que buscan “libertad” para hacer lo que están llamados a hacer: liderar, rediseñar procesos y aportar mejoras a la experiencia de sus clientes y colaboradores, y ser referentes y mentores para su equipo.
Además, se convierten en puntos de consulta en sus industrias, desarrollando sus marcas profesionales y ocupándose de lo próximo que les trae sus planes de carrera.
Como líder no estás llamada a pasarte la vida “gerenciando” detrás de un escritorio y apagando fuegos. Recuerda que los talentos de alto valor son observadores y se cuestionan: ¿Es este mi “jefe” y este su estilo de trabajo?
Tú también necesitas crecer, pero sin gente buena no hay crecimiento.
Contratar un talento no es llenar una vacante. Es contribuir a la expansión de tu empresa, por medio de la adquisición de un embajador de tu marca, de un aliado para tus clientes y de un recurso que te permitirá enfocarte en tus objetivos CORE.
La calidad de tu servicio, la reputación de tu negocio y la rentabilidad de tu empresa depende de la calidad de tu gente.