Desde hace seis años, Jugos Caribé, una empresa que apuesta por la economía circular, lleva el sabor auténtico de las frutas dominicanas a tierras extrajeras. Una de sus propietarias, Anna Batlle, asegura que sus inicios fueron posibles gracias a la tecnología y al interés de que más personas disfruten de los beneficios que tienen las frutas del Caribe.
Batlle cuenta que el proyecto inició a partir de la visión de Luis Solís, presidente y cofundador de la empresa. Tras varios años estudiando en Estados Unidos, se percataron de que los estudiantes de otros países “les encantaban nuestras frutas locales, su sabor, su autenticidad, su exotismo”.
“Al descubrir una tecnología de prensado y procesamiento en frío, que permite que estas frutas locales, tan codiciadas y anheladas en el mercado internacional, fueran accesibles y se pudieran disfrutar naturalmente sin aditivos artificiales, encontramos el camino para iniciar esta empresa”, explica Batlle. Gracias a la visión de estos emprendedores, han logrado introducir al mercado estadounidense jugos frescos a un costo menor.
Su aceptación le ha permitido diferenciarse de otras pequeñas marcas de bebidas, por su tecnología, innovación y sus productos locales. En la actualidad, Caribé estableció una planta de fabricación, ubicada en la zona franca de San Cristóbal, permitiéndole acceder a materias primas, mano de obra directa y gastos generales de menor costo, “lo que genera mayores márgenes, mejores eficiencias operativas y mayores beneficios sociales para la economía local”.
Batlle destaca que la empresa adquirió en 2020 la marca americana WTRMLN WTR de jugo de sandía prensado en frío. “Esta marca ha contado con el respaldo de celebridades como Beyoncé Knowles y Chris Paul, así como presencia en aproximadamente 10,000 puntos de venta en Estados Unidos, en los principales canales de supermercados como son Walmart, Whole Foods, Target y Costco”.
Productos
Jugos Caribé nació de la necesidad de ofrecer jugos naturales y ricos en nutrientes. “Como sugiere el nombre, nuestra inspiración viene directamente del Caribe, donde los jugos frescos son un elemento cultural básico”.
Para la preservación de los jugos utilizan un sistema de procesamiento de alta presión, que conserva los beneficios para la salud de los ingredientes. Actualmente, cuentan con cuatro categorías de productos.
“Tenemos las marcas Caribé, Origin Exotic, WTRMLN WTR y los productos de marca privada. En total, tenemos más de 20 productos distintos y seguiremos expandiéndonos este año para mantenernos a la vanguardia”.
Las combinaciones que realizan no contienen conservantes ni azúcar. Las mezclan se realizan en base a estudios con consumidores reales y estudiamos las tendencias del mercado. Además, cuentan con un Food Scientist para validar el proceso de preparación.
Señala que participan en una economía circular, donde retribuir a la comunidad es su “prioridad y en la que se buscan situaciones en las que todos salen ganando”. Las frutas son compradas a más de 100 pequeños agricultores en el país. “Gracias a nuestra pasión y compromiso, los pequeños agricultores son protagonistas de la competitiva economía global actual”.
Generación de empleos
Además de Solís y Batlle, en el proyecto también participa Johann Batlle. Actualmente, cuentan con 150 miembros, distribuidos en Estados Unidos y República Dominicana. “Hemos sido los pilares de este proyecto, pero no habríamos logrado estar donde estamos sin el arduo trabajo y la participación de todo el equipo de técnicos, operarios y colaboradores que trabajan con nosotros”.
Retos
Anna Batlle, quien se describe como una mujer con una formación global, señala que la escasez de información para encontrar ayudas a nivel internacional para empresas locales que exportan, ha sido uno de sus principales retos. “Cuando eres emprendedor necesitas financiación para sostener el crecimiento inicial del proyecto.
De nada sirve que tengas una idea buena y que construyas la logística y operación, si no cuentas con el apoyo financiero que garantice tus buenos resultados”, afirma.
Consejos
Batlle, quien es psicóloga y administradora de empresas, invita a las mujeres a perseguir sus metas. “Tenemos que arriesgarnos y lanzarnos a la aventura, aun cuando no contamos con todos los recursos o con toda la información”. “La realidad es que nunca se tiene todo lo necesario cuando se opera un start up”, indica, al agregar que “es un ambiente que por naturaleza tiene un alto grado de incertidumbre y riesgos”.
Recomienda desarrollar productos que sean mínimamente viables y “dejar que sea el mercado el que te lo ajuste”. Exhorta a las féminas a sentirse capaces de realizar cualquier tarea que requiera su emprendimiento.
“Siempre considérense dignas de estar en la mesa de negociación. No importa lo joven que seas o el tiempo que tengas en una industria, si ya estás en la mesa es porque te lo ganaste, así que sácale el mayor provecho”. “Es muy importante ser perseverantes, tener paciencia, aun cuando las cosas parecen que no van a mejorar, al final lo hacen. Siempre hay que seguir empujando, sin importar lo difícil que tornen las cosas”, asegura Batlle.