El índice de precios de consumo (IPC) subió en Japón un 0.5 % en noviembre con respecto al mismo mes del año anterior, informó hoy el Gobierno, en lo que supone el incremento más alto desde febrero de 2020 debido al encarecimiento de la factura energética.
El indicador, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, avanzó por tercer mes consecutivo y se incrementó un 0.3 % con respecto al mes de octubre, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio del Interior y Comunicaciones.
Esta subida se debe principalmente al incremento de la factura energética, encareciéndose los costes en este sector en noviembre un 9.2 % interanual y un 1.5 % frente al mes de octubre de este año.
Otros sectores que también influyeron en los datos de noviembre fueron el de la educación, con una subida de precios interanual de un 1.2 %, así como la rama del ocio, con un incremento del 4.3 %, y el apartado de la ropa y calzado, que tuvo una leve subida del 0.1 %.
Por su parte, el sector del transporte y comunicación retrocedió el 6.9 % en relación al mismo mes del año anterior, mientras que los precios de la atención sanitaria cayeron un 0.2 %.
Durante la primera mitad del año, la inflación nipona registró en mayo su primer incremento en 14 meses, al que siguió otro avance en junio.
Sin embargo, en julio los precios cayeron y el indicador se mantuvo plano en agosto, cuando Japón atravesó su peor ola de contagios de covid-19, aumentando de nuevo a partir de septiembre.
En todo caso, se trata de una evolución muy alejada de la meta inflacionaria del 2 % establecida por el Banco de Japón (BoJ), que para lograrla activó hace casi una década un programa de flexibilización masivo que sigue sin arrojar los resultados esperados.