El Gobierno de Argentina afronta este lunes el pago de US$690 millones (€611 millones) a acreedores privados, correspondientes a la reestructuración de deuda privada que el país acordó con los bonistas en agosto de 2020.
En concreto, el vencimiento corresponde al segundo cupón por los nuevos bonos lanzados tras el acuerdo para reestructurar unos US$66,000 millones (€58,427 millones) de deuda privada.
Para realizar el pago, el Gobierno recurrirá a sus reservas, que cada vez cuentan con menos margen para afrontar los vencimientos de deuda.
El pasado mes de diciembre, Argentina pagó US$1,900 millones (€1,681 millones) al Fondo Monetario Internacional (FMI) en concepto de deuda. A finales de enero, el Gobierno se enfrenta a otro vencimiento con el Fondo en concepto de intereses de US$750 millones (€664 millones), además de otro pago de US$2,000 millones (€1,770 millones) en marzo con el organismo multilateral.
Adicionalmente, el pago tendrá lugar en medio de las presiones renovadas por el grupo de bonistas privado Argentina Exchange Bondholders Group, que se ha mostrado preocupado por el nivel de reservas en el país y la falta de un acuerdo con el FMI.
“A pesar de una cosecha récord, precios máximos de una década y una ganancia inesperada de Derechos Especiales de Giro de US$4,300 millones (€3,807 millones), Argentina finaliza 2021 con reservas netas de US$2,600 millones (€2,302 millones). Y parece que el Banco Central decidió vender el oro”, ha criticado Argentina Exchange Bondholders Group en Twitter.
Según el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, la carga de deuda –incluyendo al sector privado argentino– es de US$28,000 millones (€24,793 millones) en 2022 y de US$30,000 millones (€26,565 millones) en 2023.
De este total, los menores pagos corresponden a los bonistas privados tras la reestructuración que habría permitido ahorrar unos US$34,500 millones (€30,549 millones) entre 2020 y 2030.