Los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) serán los que tendrán en sus manos la “difícil” decisión de imponer sanciones a Rusia en caso de que decida atacar a Ucrania, medidas que por su envergadura podrían ser “dolorosas” para sí misma, indicó un alto funcionario comunitario.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y los servicios de la Comisión Europea, tienen listo un paquete de posibles sanciones ante una nueva agresión rusa a su vecina Ucrania que proponer a los Estados miembros, pero serán estos los que tendrán que decidir sobre su aplicación.
Por ello, la coordinación entre ellos es “fundamental”, precisan las fuentes comunitarias, y podrían ser convocados con mucha rapidez a una cumbre (telemática o presencial) para acordar las medidas restrictivas, en caso de que Moscú tome la decisión de atacar.
“No es un secreto el que es algo muy difícil. Cuanto más decidamos sanciones que sean fuertes y masivas -como vienen advirtiendo los países occidentales desde octubre-, más dolorosas podrían ser también para los Estados miembros de la UE”, indicaron.
El área donde podrían sufrir más los europeos su propia decisión de sancionar a Rusia es la de la energía: el 40 % del gas que llega a Europa viene de ese país, lo que “quiere decir que las represalias podrían ser extremadamente dolorosas para la UE”, apuntaron.
“Si somos coherentes (con la determinación de sancionar a Rusia por su comportamiento), habría un efecto para nosotros a nivel de la UE”, agregaron.
La UE es consciente de que la necesidad de diversificar sus fuentes energéticas si quiere cumplir con los objetivos del Pacto Verde, y está abordando qué opciones hay de ampliar suministros desde Catar, Argelia o Estados Unidos.
Al mismo tiempo, las fuentes reconocieron que hay “intercambios de argumentos” tanto dentro de la UE como con socios internacionales sobre las sanciones que afectan a la energía.
Así, hay voces que alertan de la necesidad del gas como fuente de energía o de los ingresos relacionados, mientras que otras advierten de que Rusia podría mirar a China como sustituto de sus clientes europeos.
También hay quienes defienden mantener en secreto los detalles del paquete de sanciones para evitar mayor escalada de la tensión, mientras que otros creen que comunicarlos tendría mayor efecto disuasorio.
Si el presidente ruso, Vladímir Putin, decide eventualmente utilizar las tropas que ha ido acumulando alrededor de Ucrania para iniciar un ataque, la UE está preparada para actuar en estrecha coordinación con la OTAN y otros socios, evaluando el tipo de acción que motive su reacción.
Las fuentes comunitarias precisaron que en realidad “hay muchas opciones posibles” y que no saben si Moscú “ya ha decidido algo” o si se trata de “un farol”.
En cualquier caso, uno de los supuestos es una invasión militar, pero un ciberataque masivo podría también provocar la reacción europea, o incluso un intento de socavar la independencia y soberanía de Ucrania y debilitarla o de tratar de “cambiar el régimen”.
Desde la UE insisten en apoyar a los ciudadanos ucranianos que “creyeron en los valores democráticos”, frente a la “obsesión” que aseguran mantiene Putin sobre que Occidente motivó la revolución proeuropea de noviembre de 2013 para “desestabilizar” el país y ampliar su área de influencia.
“Tenemos que encontrar la manera de apoyarlos masivamente, ayudarlos todo lo posible”, comentaron sobre los ucranianos.
Por ello, la UE se prepara también para apelar a la solidaridad si en caso de invasión militar hay una guerra y se produce una llegada de refugiados, mientras que la posibilidad de dar a Kiev equipos militares de apoyo es algo que también podrían decidir los países europeos.
La UE espera ahora que las próximas visitas del canciller alemán, Olaf Scholz, a Kiev y Moscú arrojen algún resultado después de que la llamada durante el fin de semana entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y Putin, “no haya dado mucho”.
Mientras, continúan los contactos diplomáticos al más alto nivel entre aliados en favor de que se rebajen las tensiones y no se descarta una reunión extraordinaria del G7.
“Si hubiera una invasión militar, un ataque, lo sería contra los principios democráticos”, subrayaron las fuentes.