El cemento, ese polvo parecido a una harina suave y caliente, que endurece al contacto con el agua, no es más que una mezcla equilibrada y bien probada de caliza, sílice y yeso, entre otros componentes que lo hacen más resistente. Ha sido así desde que de manera fortuita los romanos lo descubrieron hace cientos de años. La tecnología aplicada en su elaboración es lo que cambiado a través de los años.
La industria del cemento ha demostrado capacidad de innovación, fortaleza y dinamismo en República Dominicana. Es también uno de los sectores que mayor inversión extranjera ha recibido con poco más de US$1,000 millones.
Las empresas establecidas en el mercado local son: Cementos Andino Dominicano, con capacidad de molienda de 475,000 toneladas métricas; Cemex, con 2.4 millones; Cemento Cibao, con 1.3 millón; Domicem, con 1.1 millón, Cemento Colón (Argos), con 500,000 toneladas y Cemento Santo Domingo, con 350,000 toneladas métricas. En proceso de apertura está una nueva planta, que sería la número siete, perteneciente al Grupo Estrella. La capacidad instalada total es de 6.1 millones de toneladas métricas al año.
Contrario a lo que muchos creen, el proceso de fabricación de cemento no necesita agua, aunque sí se utiliza en los lavadores de maquinarias, talleres de equipos móviles, riego de áreas verdes, sistema de enfriamiento de los hornos, vías de tránsito y el rodamiento de los hornos de cemento, pero jamás en la elaboración del producto en sí. Desde que el camión deposita la materia extraída de la mina o cantera, pasando todo el proceso de elaboración del clínker (materia base para hacer cemento), hasta el producto final, no se utiliza agua.
La capacidad de producción y exportación del país está sobre demostrada, llegando a mercados exigentes de Sudamérica, el Caribe y Centroamérica. En 2012, República Dominicana exportó 1.37 millón de toneladas métricas de cemento, un 36% más que el año anterior. De hecho, la reducción de aproximadamente 6% que registró el mercado local fue cubierta en parte con el incremento de las exportaciones.
La Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (Adocem), que agrupa a las principales empresas del sector, establece que el sector genera alrededor de 10,000 empleos directos.
La directora ejecutiva de la entidad, Julissa Báez, destaca que el 96% de los empleos que genera el sector cementero es dominicano y que el consumo local está en 2.6 millones de toneladas, tomando en cuenta el cierre de 2012. Los principales ejecutivos de la industria coinciden en que las medidas económicas tomadas por el gobierno ayudarán en el proceso de dinamización que se requiere, así como la implementación de la Ley de Desarrollo del Mercado Hipotecario y Fideicomiso.
La capacidad de producción per cápita instalada de República Dominicana supera la de otros países de Latinoamérica y el Caribe, con 0.64 toneladas métricas, por encima, incluso, de México con 0.48 y Brasil con 0.33.
De las seis plantas que están en producción en el país hay tres que producen clínker: Cemex, Cibao y Domicem. Las demás se suplen de importación y con la producción local de la materia prima.
Ejecutivos
Cemex Dominicana es la de mayor capacidad de producción del país. Su presidente, Carlos González, afirma que la empresa está enfocada en impulsar el desarrollo mediante el logro de bienestar, o sea, que el negocio sea el resultado de proyectos que ayuden a impulsar la economía de la nación y la calidad de vida de los ciudadanos.
Cemex tiene dos hornos. El primero funciona desde 1977 cuando aún no había llegado la empresa al país. El segundo, el más grande del Caribe, fue instalado en 2005 con una inversión de US$135 millones. La empresa opera en más de 34 países, pero hace negocios con casi todo el mundo.
Manuel Valente, gerente de Operaciones de Cemex, afirma que como ente productivo está comprometido con asegurar un aporte importante a la economía dominicana a través de la generación de empleos y divisas.
El director general de Cementos Colón (Argos Dominicana) es Gabriel Ballestas, quien destaca que una de sus características es que es una compañía multidoméstica que tiene presencia en Colombia, Estados Unidos y el Caribe, Haití, Panamá, Sudamérica, Surinam, Dominica, antigua, San Martin y San Thomas, así como operaciones compartidas en Curazao.
La empresa tiene una presencia regional muy fuerte en toda la cuenca del Caribe, siendo líder en cemento en Colombia, quinto en Latinoamérica. La compañía es productora de concreto. En República Dominicana opera una concretera en la avenida Jacobo Majluta.
Argos es el tercer productor de concreto en el sureste en Estados Unidos.
Argos inició sus operaciones en República Dominicana como socio de Cementos de Colón desde 1996 y ya había tenido alguna vinculación con el país con la exportación clínker y carbón desde Colombia. Las operaciones de Argos en República Dominicana sólo exportan a Haití, ya que está enfocada hacia el mercado local. Admite que en el mercado dominicano hay suficiente oferta y más capacidad instalada que requerida, lo cual hace que el nivel de competencia sea mucho más fuerte y obliga a los productores a cada ser mejores en la propuesta de valor que hacen a los clientes y hasta en la forma en que interactúan con las comunidades.
“Nosotros tenemos un modelo de negocios sencillo, centrado en el cliente y sostenido, en el que buscamos equilibrio en la rentabilidad y un adecuado manejo del tema ambiental”, sostiene Ballestas.
Los ejecutivos de Argos consideran que República Dominicana es un mercado de oportunidades y que habrá más espacio para el crecimiento y expansión de la industria, a pesar de que la capacidad instalada es suficiente para satisfacer la demanda.
Los ejecutivos de Argos consideran que la experiencia que tienen en el área de la vivienda social también es una excelente oportunidad para contribuir con las autoridades y el país en solucionar parte del déficit.
Destaca que a nivel de calidad este país tiene un producto que no tiene nada que envidiarle a cualquier otro mercado. “Nuestro cemento entra con toda la libertad a cualquier otra nación por los estándares que sigue en su fabricación”, dijo.
El reto es fabricar cemento sin afectar el medio ambiente
Caminar, una de las actividades que todos los días realizan más de 7,000 millones de personas en todo el mundo, ocasiona un impacto sobre el medio ambiente. Imagínese lo que significa la instalación de una industria de cemento, que implica identificar canteras para extraer el material con retroexcavadoras y explosiones esporádicas; utilizar vehículos pesados para transportar la materia prima hasta el depósito, trituradoras, almacenes, hornos de clínker y de ahí todo el combustible utilizado hasta que el producto llega a la obra de construcción.
El negocio de la industria es fabricar polvo y su lucha diaria está en impedir que se escape, pues eso no sólo representa pérdida económica, sino también una agresión al entorno. La competitividad en todos los niveles, priorizando la calidad del cemento y la conservación de los recursos naturales, es lo que ocupa la mayor ponderación en la inversión de en una de estas fábricas.
La Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales establece en su artículo 164 que la extracción de roca, arena, grava y gravilla, la industrialización de sal y cal y la fabricación de cemento, se sujetarán a las normas técnicas que establezca la ley específica y su reglamento, a efecto de evitar el impacto negativo que dichas actividades puedan producir en el medio ambiente y la salud humana.
El Plan de Desarrollo Económico Compatible con el Cambio Climático identifica al sector cemento como una de las fuentes de mayor volumen de emisiones, alcanzando cerca de las cuatro millones de toneladas de CO2 anual en 2030, lo que representa 8% del total.
Sin embargo, un análisis del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio considera que el sector cemento podría reducir sus emisiones anuales de 27% en relación al punto de partida al satisfacer 50% de sus necesidades energéticas a partir de la biomasa y los desechos fósiles y reemplazar el clínker por cenizas volantes y otros componentes minerales hasta un 23% del contenido del cemento.