El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado notablemente al alza sus pronósticos de inflación en 2022 hasta el 5.1% respecto al 3.2% de las previsiones que hizo en diciembre.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dicho este jueves en una rueda de prensa que “la guerra de Rusia y Ucrania tendrá un impacto material en la actividad económica y la inflación a través de unos precios de la energía y de las materias primas más altos”.
Asimismo, la guerra va a crear problemas en el comercio internacional y debilitar la confianza, según Lagarde.
“La magnitud de estos efectos dependerá de cómo evoluciona el conflicto, del impacto de las sanciones actuales y más medidas posibles”, apostilló la presidenta del BCE.
El personal del BCE ha revisado al alza sus pronósticos de inflación y a la baja los de crecimiento a corto plazo en sus nuevas proyecciones, que incorporan el primer análisis de las implicaciones de la guerra en Ucrania.
El BCE prevé ahora un crecimiento en 2022 del 3.7% (4.2% en las proyecciones de diciembre), en 2023 del 2.8% (2.9% en diciembre) y en 2024 del 1.6% (sin variación).
Asimismo pronostica una inflación del 2.1% en 2023 (1.8% en diciembre), y del 1.9% en 2024 (1.8%).
El BCE prevé que la inflación se va a estabilizar a medio plazo con su objetivo del 2%.