El título que lleva este artículo fue la reacción que tuvo la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Yanet Yellen, al dar una entrevista al canal CNN, en donde aborda el tema de la subida de precios en ese país. En sus declaraciones, Yellen refiere que se equivocó con el camino que tomaría la inflación, pues “ha habido grandes impactos imprevistos que han disparado los precios de la energía y los alimentos y cuellos de botella en el suministro que han afectado gravemente a la economía estadounidense”. Al parecer, esta reacción viene a cuento porque el pánico comienza a apoderarse de los ciudadanos norteamericanos, pues los incrementos en los precios, principalmente, de los combustibles y las medicinas, han empezado a socavar sus bolsillos.
En efecto, la inflación interanual, medida de abril 2021 a abril de 2022, fue de un elevado 8.3%, la más alta en cuatro décadas, según la Reserva Federal de los Estados Unidos, con un incremento en los precios de 0.3% de marzo a abril y una inflación acumulada hasta abril de 2022 de 3.7%. Pero lo que más preocupa es que los “precios de la energía, que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural aumentaron un 30.3% en los últimos doce meses, principalmente por los aumentos en los precios internacionales del petróleo, que rondan el 80.5%, mientras que la gasolina aumento un 43.6% respecto al año pasado”.
Sin embargo, y sin que esto sea un consuelo, el fantasma de la inflación es mundial pues lo mismo está pasando en la Zona Euro y en el resto de los países. Por ejemplo, la Eurozona alcanzó, a mayo de 2022, una inflación interanual de un 8.1%, empujada por el aumento en los precios de la energía y los alimentos, lo que se plantea como un récord histórico según la Oficina Europea de Estadística. No obstante, todo el mundo sabe que las presiones inflacionarias de los últimos meses, se debe a la invasión de Rusia a Ucrania y, mientras esta permanezca, no se prevé un cambio en ese estado de cosas.
En el caso de República Dominicana, y según lo publicado recientemente por el Banco Central, la inflación interanual, de abril 2021 a abril de 2022, fue de un elevado 9.64%, alcanzando casi los dos dígitos, mientras que la inflación en abril de este año fue de 0.96%. Además, este organismo encargado de la política monetaria del país, afirma que la inflación subyacente interanual fue de 7.25% en abril de los corrientes. Bajo esta situación casi generalizada de incrementos de precios a nivel mundial, la mayoría de los gobiernos y los bancos centrales están tomando medidas trascendentales, algunas de ellas que, lamentablemente, puede desacelerar el ritmo de crecimiento de sus economías.
En particular, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, anunció la implementación de un conjunto de medidas a fin de contrarrestar la subida de los precios. En estas se mencionan: reducir los costos para las familias trabajadoras; dar a los trabajadores un aumento salarial; reducir el déficit fiscal, y hacer que las grandes corporaciones y los estadounidenses más ricos paguen su parte justa. De su lado, la Reserva Federal subió los tipos de interés de 0.5% puntos a 1% sigue atenta y prevé continuar elevándolos hasta un 2% en el mes de julio. En cuanto a la Zona Euro, el Banco Central Europeo está dando seguimiento a la inflación y dejo abierta diversas opciones de política monetaria.
En el caso dominicano, para enfrentar el flagelo de la inflación el gobierno decidió, hace varias semanas, dejar sin efecto los incrementos semanales de los combustibles que están vinculados a los precios internacionales del petróleo, en tanto que el Banco Central acaba de subir la tasa de interés de política monetaria de 5.50% a 6.50% anual, es decir, 100 puntos básicos, entre otras medidas que había tomado previamente. Evidentemente, el mundo libra una lucha sin cuartel contra la inflación. Ojalá la ganemos.