Con el reciente aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 7.75% a 8%, el Banco Central coloca ese indicador en su nivel más alto desde enero del año 2009. En ese mes, precisamente, la TPM estaba en 8.5% y fue reducida en febrero a 6%.
Pero los indicadores económicos, específicamente los relativos a la inflación, apuntan a que la tendencia será a continuar aumentando la tasa o, al menos, a mantenerla en su nivel actual durante un buen tiempo, pues todavía no se contiene la inflación que anda por el orden del 9.4% anualizada, cuando el rango meta del Banco Central es de mantenerla en 4% o al menos, entre 3% y 5% durante este 2022.
Lo malo de esta medida es que aumenta el costo del dinero para los adquirientes de préstamos bancarios y para los que tienen créditos con tasa variable, pues sufren ajustes al alza.
Lo bueno es que contiene la inflación y contribuye a la apreciación del peso, motivando el ahorro en moneda local.