Los Acuerdos Simplificados para Acciones Futuras (SAFE por sus siglas en inglés) derivados del término simple “Agreement for Future Equity”, son una novedosa herramienta para la capitalización de las llamadas empresas “startup”. En síntesis, el SAFE es un acuerdo mediante el cual un inversionista invierte una determinada cantidad de efectivo en un emprendimiento, a cambio de acciones de la empresa en el futuro.
Los emprendimientos -las empresas startup- son uno de los motores más importantes para el desarrollo de la economía y en muchos casos pueden estar fundamentados en nuevas ideas y novedosos procesos que redundan en beneficios para República Dominicana. Además, son un importante motor para la creación de empleos y contribuyen a aportar nuevos tipos de puestos de trabajo, muchas veces para jóvenes.
Uno de los aspectos más difíciles en los emprendimientos es obtener financiamiento para su expansión, pues las normas prudenciales bancarias requieren que las entidades de intermediación financiera validen una trayectoria para poder prestarles, algo que no es factible en una iniciativa nueva. Otras fuentes de financiamiento pueden resultar muy costosas para este tipo de negocio, que todavía está buscando llegar a un flujo de caja estable.
Es por esto que muchos emprendimientos utilizan el financiamiento de capital, en vez de deuda, para su crecimiento. Claro, el intercambio entre uno y otro es que el financiamiento de deuda es un costo que asume la empresa, mientras que el capital conlleva entregar una parte de la propiedad de la empresa, aunque no es un costo fijo que carga el capital de la empresa. Para los emprendimientos que deciden utilizar el financiamiento de capital, el SAFE es un alternativa interesante, ya que es un contrato modelo que procura ahorrar tiempo en negociación (tiene muchas cláusulas estándar) y dinero en asesores. Aunque el acuerdo es un formato, las condiciones particulares deben ser negociadas entre las partes.
Lo novedoso del SAFE es que el potencial inversionista no recibe acciones o capital al momento de la suscripción del acuerdo y el fondeo de su inversión, sino que se establece un límite de valuación (valuation cap) con base al cual se calcularán las acciones que emitirá la empresa en el futuro, sujeto a las condiciones para su emisión. Para el inversionista, lo interesante es que podría recibir más acciones de las que le habrían correspondido si se hubieran emitido con base a su inversión inicial, dependiendo de la evolución del negocio.
La principal condición suspensiva (que no implica la emisión de las acciones a favor del inversionista) es que ocurra una valoración de mercado de la empresa startup. De esta forma, la inversión no queda supeditada a una valoración, sino con base en que se reciba la inversión de manera inmediata para capitalizar la misma, y a la vez, las acciones que recibe el inversionista reflejan la realidad de mercado.
El contrato SAFE no está regulado en el derecho dominicano, por lo que se trata de un contrato atípico que tendría que ser analizado. Sin embargo, debemos considerarlo y evaluar su factibilidad, pues es una forma continuar apoyando a los emprendimientos, motores de la economía.