El Gobierno de la primera ministra conservadora británica, Liz Truss, ha anunciado este jueves la eliminación del incremento de la contribución a la seguridad social introducido por el anterior Ejecutivo de Boris Johnson.
El titular de Economía, Kwasi Kwarteng, ha tramitado este jueves una ley para que el 6 de noviembre quede anulado el aumento de un 1.25% de esa contribución que se aplica desde el pasado abril, mientras que tampoco entrará en vigor otra subida del 1.25% que estaba prevista para abril de 2023, se indica en un comunicado.
También se revierte el anunciado aumento del 1.25% de las tasas sobre los dividendos, añade.
Estos incrementos impositivos, que afectan tanto a ciudadanos como a empresas, fueron concebidos para financiar específicamente los servicios sociales y de atención social, mermados especialmente durante la pandemia.
El Gobierno ha asegurado hoy que la cantidad que se preveía recaudar, de unos 13,000 millones de libras (€15,000 millones) anuales, se destinará igualmente a ese sector, obtenida de los impuestos generales.
La polémica revocación de estos impuestos, ideados por el antecesor de Kwarteng, Rishi Sunak -que fue rival de Truss para el liderazgo del Gobierno-, se enmarca en un plan general de “crecimiento” que este Ejecutivo detallará el viernes.
Según se ha adelantado, como parte de esta estrategia, el Gobierno no aumentará el impuesto de sociedades y eliminará el tope a las primas del sector financiero, al tiempo que concederá préstamos a las distribuidoras de energía para que limiten el aumento de las facturas.
A la par que toma estas medidas, que conllevarán un aumento de la deuda pública, que prevé reducir “a medio plazo”, la primera ministra planea suavizar las regulaciones y la burocracia tanto en el sector de las finanzas como en el de la construcción, entre otros.
En su comunicado, el Gobierno subraya que su principal misión es “elevar el nivel de vida en el Reino Unido mediante el crecimiento de la economía a través del sector privado”.
Gracias al recorte de impuestos, “las empresas tendrán más dinero para invertir en ser más productivas, pagar salarios más altos, crear más puestos de trabajo y apoyar el crecimiento general de la economía”, aduce, en un argumento económico que rebate la oposición laborista.