El Banco de la Reserva de Australia ha acordado subir la tasa de referencia de los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta 2.60%, un incremento que, a pesar de suponer la sexta subida consecutiva del precio del dinero, se ha limitado a la mitad de los aumentos acometidos en las cuatro últimas reuniones del banco central australiano.
En su discurso, el gobernador de la entidad, Philip Lowe, ha reiterado el compromiso del banco central con alcanzar la meta de inflación del 2% al 3%, asegurando que el incremento anunciado este martes ayudará a lograr este objetivo, añadiendo que “es probable que se requieran más aumentos en el período venidero”.
En este sentido, el banquero central australiano ha defendido que las expectativas de inflación a mediano plazo “siguen bien ancladas”, siendo el pronóstico del banco central una inflación de alrededor del 7.75% en 2022, un poco por encima del 4% en 2023 y alrededor del 3% en 2024.
De su lado, la economía australiana continúa creciendo sólidamente, mientras que el mercado laboral es muy ajustado y muchas empresas tienen dificultades para contratar trabajadores, con una tasa de desempleo del 3.5%, alrededor de mínimos en casi 50 años.
“El aumento adicional de hoy en las tasas de interés ayudará a lograr un equilibrio más sostenible de demanda y oferta en la economía australiana”, ha explicado Lowe. “La Junta espera aumentar aún más las tasas de interés durante el próximo período”, ha añadido, precisando que el tamaño y el momento de estos aumentos futuros de los tipos de interés seguirán estando determinados por los datos entrantes y la evaluación de las perspectivas de inflación y el mercado laboral.
