Al finalizar este 2022, es muy probable que lo más destacable sea la estabilidad macroeconómica que se ha logrado durante estos doce meses, aun a pesar de los incrementos en los precios que se han registrado y que muestran una inflación interanual, a octubre de este 2022, de 8.24%, y una inflación acumulada durante los primeros diez meses de 6.31%.
De su lado, el comportamiento de la tasa de cambio, que refleja la relación entre el peso dominicano y el dólar estadounidense, permite observar una relativa apreciación en el precio de la moneda dominicana con respecto a esa moneda extranjera. En efecto, de tener una tasa de venta de un dólar por 57.52 pesos, a principios de enero del año que transcurre, se pasó a una tasa de 54.97 pesos por dólar a noviembre.
En el caso de la tasa de interés, resulta evidente que la política monetaria restrictiva que ha venido implementando el Banco Central en este 2022, básicamente para contener el aumento de los precios internos, ha ocasionado aumentos importantes en los precios de los productos y servicios financieros ofrecidos por los bancos múltiples.
Por ejemplo, la tasa activa para préstamos de consumo y/o personales que era de un 14.2% en enero de este año, se colocó en un 20.0% a principios de diciembre, previéndose que esto no variará al finalizar el 2022. En el caso de los préstamos hipotecarios y/o desarrollo la tendencia fue la misma, pues la tasa de interés activa paso de un 8.8% en enero, a un 12.8% a inicios de diciembre.
Conviene reiterar, que este comportamiento de la tasa de interés activa se debió, principalmente, a los incrementos en la tasa de política monetaria que se llevaron a cabo para contrarrestar los efectos que, sobre los precios de la economía dominicana, estaba teniendo la guerra entre Rusia y Ucrania. Al final de cuentas, ninguna de estas variables macroeconómicas estuvo fuera del control de la autoridad monetaria y financiera del país, por lo que se reitera que la estabilidad macroeconómica debe ser uno de los aciertos de este 2022.
Cuando se terminen de contar los doce meses del año que transcurre, es casi seguro que el gobierno logrará una nota sobresaliente en cuanto al crecimiento de la economía dominicana, así como en otras variables económicas de importancia.
En ese sentido, se prevé que el producto interno bruto dominicano termine expandiéndose en alrededor de un 5.0% que, aunque es menor a lo logrado durante el 2021, este es mayor en relación al crecimiento promedio que tendrán los países de América Latina y el Caribe. Así también, las remesas familiares parece que continuarán siendo un pilar importante en la generación de divisas para la economía dominicana, ya que se estima que superarán los 9,500 millones de dólares, aun con todo y la ralentización que han mostrado con relación al 2021.
La inusitada recuperación del turismo dominicano, el incremento que se espera de las exportaciones y el mantenimiento de un nivel adecuado en la inversión extranjera directa, parecen ser, también, buenas noticias que deja el año que está a punto de finalizar. Sin embargo, el aumento en la deuda pública continuó siendo durante este 2022 una Espada de Damocles que amenaza los ingresos fiscales del Estado y, por vía de consecuencia, a las finanzas públicas. En resumen, se observa un balance positivo en cuanto al comportamiento de la economía en general, pero con temas pendientes que serán necesarios atender durante el próximo año.