La sequía, las inundaciones y los desastres naturales son algunos de los principales retos medioambientales que enfrentan países como República Dominicana, ubicado entre las 10 naciones más vulnerables del mundo frente a la crisis climática. Sin embargo, su mayor desafío es la adaptación, más que la mitigación.
Así lo aseguró Max Puig, vicepresidente del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo para el Desarrollo Limpio (CNCCMDL), quien dijo que el país deberá invertir “de aquí al año 2030” unos US$18,000 millones en resiliencia y combinar acciones de mitigación y adaptación a los efectos climáticos que están impactando a sectores productivos claves para la economía local.
“Ahora, si no se invierte habrá que gastar más a futuro”, sostuvo durante una entrevista a elDinero, en la que detalló que, de esa cantidad, se calcula que US$9,000 millones se destinarán a la mitigación y los otros US$9,000 millones a la adaptación, siendo este último vital, a pesar de que este país solo emite el 0.06% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por el continente americano.
Citó que una forma del país adaptarse a los efectos del cambio climático es desarrollando infraestructuras resilientes a los fenómenos atmosféricos. Explicó que el número promedio de huracanes que se producía en la región del Caribe era de 9.5 tormentas por año, pero que actualmente el promedio es de 14.5.
Agregó que el impacto del cambio climático es transversal a diversos sectores como la agricultura, el turismo, e incluso la salud humana, por lo que las acciones no se pueden enfocar en una sola área.
En ese sentido, dijo que tras su participación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27) en Egipto, República Dominicana obtuvo varios logros, incluyendo el financiamiento de US$40 millones por parte de los Fondos de Inversión para el Clima (CIF, por sus siglas en inglés) para mejorar la producción agrícola sostenible y la reducción del metano en la cuenca del río Yuna.
El vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL sostuvo que este programa estipula un aporte inicial, no reembolsable (donación) de US$500,000 para realizar un plan de inversión e identificar las acciones concretas de esta iniciativa en coordinación con los Ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales; y de Economía, Planificación y Desarrollo, entre otros actores.
Asimismo, dijo que el país participó de otros concursos internacionales para acceder a financiamientos, siendo uno de los objetivos el conseguir fondos para la descarbonización energética.