Los subsidios a los combustibles están entre las mejores medidas tomadas por el Gobierno dominicano durante este año para contrarrestar la crisis económica por la cual atraviesa el país. Sin embargo, expertos argumentan que en el tema energético “se ha quemado” y advierten desafíos de cara al 2023.
Para el analista y asesor económico Henri Hebrard, las contribuciones en las asistencias sociales y en los derivados de petróleo han sido acertadas, ya que “no solo han favorecido a la paz social, sino también, en el posicionamiento del país ante los ojos de los inversionistas por la pronta recuperación que se muestra, derivada igualmente del clima de tranquilidad”, indicó.
Apostar al restablecimiento del turismo es otra medida que entiende que fue positiva. No obstante, criticó el impuesto o tasa cero para la importación de productos que el Gobierno aprobó. “Creo que hubiese sido más eficiente no otorgar esa tasa y bajar los impuestos a 50 artículos de la canasta básica familiar y de higiene personal, porque ahí se hubiera forzado inmediatamente una baja de precios”, aseguró.
Al respecto, el político y exdiputado Domingo Páez Rodríguez concuerda que financiar la estabilidad social a través de los subsidios fue apropiado por las actuales circunstancias. “El Gobierno costeó el déficit que generaba la paralización económica, es decir, comprometió con los subsidios una cantidad de recursos que generaba un hoyo fiscal que lo ha ido cubriendo con los préstamos externos, pero esto es entendible”, expresó Páez.
“El presidente desde un principio se dedicó a implementar políticas de protección de salud orientada para salir rápidamente del covid-19 y después se adentra a recuperar el turismo como pieza angular de la economía dominicana, por lo que, con la llegada de la guerra de Ucrania, ya el país estaba en marcha hacia la mejoría y era necesario frenar los combustibles para que no se detuviera esa estabilidad”, precisó el también periodista.
¿Qué se espera en 2023?
El ritmo de crecimiento de República Dominicana en el 2023 será menor que el desempeño que ha tenido en este año. Sin embargo, ese efecto de desaceleración no implicará solo al país, sino también a casi todas las demás naciones a nivel global, aseguró Hebrard.
Estados Unidos, que es uno de los “principales motores económicos” de incidencia a nivel local, estará prácticamente “apagado” el próximo año, esperándose un crecimiento apenas entre un 0.5% y 1%.
Asimismo, indicó que este hecho no necesariamente limitaría la llegada de turistas a República Dominicana como sostienen otros economistas, porque esos norteamericanos podrían buscar una opción menos costosa. “Me atrevo a decir que, en vez de ir a Europa o Asia, estarían viniendo al Caribe por la ventaja de posicionamiento que tienen estos países, fundamentalmente este”, dijo el fundador de la firma “Hebrard & Hebrard Consulting”.
En tanto, Páez, quien fue asesor de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), entiende que uno de los “grandes retos” que tendrá el Gobierno dominicano será suplir la demanda energética nacional.
“La gran amenaza para nuestra economía es la falta de abastecimiento eléctrico. Hay un retraso en la incorporación de energía por el orden de 800 megavatios (MW) y no hay perspectiva a que entre a corto plazo porque el sistema eléctrico ha sido manejado de manera desastrosa, se han quemado”, sostuvo.
Explicó que las autoridades se quedaron solo en expectativas, ya que las inversiones para las distribuidoras nunca aparecieron y que aprobaron contratos de instalación de nuevas cargas de generación, pero que ninguno ha iniciado. “Para septiembre de este año debieron de tener, por lo menos, 600 MW en el sistema y ni si quiera estos estarán listos para el cierre del primer trimestre del 2023”, precisó. Las declaraciones de ambos expertos fueron ofrecidas durante el programa “Esta Noche Mariasela” que se transmite por el Canal 9, Color Visión.