El déficit comercial de Turquía se ha disparado un 140% en 2022 respecto a 2021, según datos publicados este lunes por el Ministerio de Comercio turco.
Las exportaciones subieron un 12.9% en 2022 respecto al año anterior, alcanzando un volumen de US$254,210 millones, pero las importaciones subieron a un ritmo mucho mayor, un 34.3%, para colocarse en los US$364,395 millones.
Esto significa que en 2022, la balanza comercial muestra un déficit de US$110,000 millones, un incremento del 140% respecto al año pasado, cuando se situaba en los US$46,000 millones.
El fuerte aumento se debe en gran parte a la devaluación dela moneda nacional, la lira turca, que ha perdido un 28% de su valor respecto al dólar durante 2022, y un 60% desde enero de 2021, a la vez que la inflación se ha disparado hasta sobrepasar el 80% interanual este verano.
Las autoridades turcas han preferido permitir el ciclo inflacionista ya que la débil lira abarata los bienes de exportación turcos, lo que incrementa la demanda y espolea la producción y manufactura en el país, facilitando el empleo.
Sin embargo, también encarece enormemente las importaciones, lo que impulsa la inflación, dado que gran parte de la producción industrial turca, incluyendo la agrícola, depende de materias primas de importación.
Esto reduce el margen de ganancias de los empresarios de exportación y obliga a minimizar el gasto en salarios, de manera que la subida de exportaciones, que el Gobierno muestra como un éxito económico, aporta poco bienestar a la población.