Arabia Saudí afirmó hoy que espera que el sector turístico contribuya con entre US$70,000 y US$80,000 millones al Producto Interno Bruto (PIB) del reino de cara a 2030 dentro de sus planes para diversificar sus ingresos más allá del petróleo.
“Nuestro objetivo es llegar a contribuir al PIB con un 10% para 2030, eso significa inyectar en la economía saudí entre US$70,000 y US$80,000 millones” al año, dijo el ministro de Turismo saudí, Ahmed al Jatib, en una conferencia sobre nuevas construcciones en Riad.
Al Jatib, citado por la televisión oficial saudí, Al Ejbariya, recordó que esa contribución “era del 3% en 2019 antes de la crisis” generada por el covid-19, porcentaje que “a finales del año pasado era de 4%”.
El ministro consideró que Arabia Saudí cuenta con “unos incentivos competitivos” para atraer al turismo, y destacó que su país ha dado importantes pasos para aplicar sus ambiciosos planes para la promoción del sector y animar las inversiones locales y extranjeras.
“Para 2030 serán añadidas más de 700,000 habitantes hoteleras en distintas regiones” del país, añadió al Jatib.
Asimismo, animó a los empresarios a invertir en el turismo del país, y subrayó que el Fondo para el Desarrollo del Turismo saudí ha financiado 25 proyectos relacionados con el sector en los últimos 18 meses con valor de 15,000 millones de riales (unos US$3,993 millones).
Ese fondo -afirmó- “financia hasta el 60% del proyecto”.
En su búsqueda por diversificar su economía, altamente dependiente de la exportación de petróleo, del que es el mayor proveedor mundial, Arabia Saudí está desarrollando un ambicioso plan multimillonario para la apertura al turismo internacional.
Hasta hace tres años, el ultraconservador reino árabe estaba en la práctica limitado a los turistas internacionales, excepto los millones de fieles musulmanes que visitan cada año La Meca y otros lugares sagrados en Arabia Saudí.
Sin embargo, en los últimos años, el príncipe heredero y gobernante de facto, Mohamed bin Salman, se ha implicado personalmente en el impulso al sector turístico internacional y ha presentado numerosos proyectos millonarios, como la ciudad futurista de NEOM, un complejo en el mar Rojo que abarca 22 islas vírgenes o un proyecto de turismo de montaña de lujo.