A tres años del inicio de la pandemia por covid-19, se debe seguir hablando de los efectos colaterales que dejó no solo a nivel económico, sino también en las personas, su estilo de vida y lo que buscan hoy en día. Un ejemplo de ello es el interés de los vacacionistas y cómo eso revoluciona uno de los sectores más importantes de República Dominicana: el turismo.
Los viajeros buscan la personalización de las experiencias turísticas, relacionadas con la exclusividad y la satisfacción individual. Así lo explicó el director del Institutional Development Dominican Republic, Bahía Principe Hotels & Resorts, Matías Colombo. “Por ejemplo, hoy en día una experiencia única puede consistir en algo tan simple como hacer pesca con gente local y comer ese pescado cocinado en el puerto”, dijo.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), David Llibre, coincide con Colombo al agregar que el turista busca tener una experiencia cultural. “Cuando hablamos de cultural es conocer el país en todas sus referencias”, agregó.
No obstante, indica que el sector tiene grandes retos todavía por delante. “Está el tema vial, señalización y seguridad, que son de las cosas que poco a poco estamos trabajando conjuntamente con las autoridades y yo creo que eso es lo que va a permitir dar cada vez más confort los clientes”, aseguró.
Cambios
En una encuesta reciente de American Express, el 76% de las personas afirmó que querían gastar más en viajes que mejoraran su bienestar. Asimismo, un 55% dijo que estarían dispuestos a pagar más por estos servicios o actividades. “Día tras día queremos disfrutar de vivencias más auténticas y originales, experiencias que cuenten historias”, indicó Colombo.
Como resultado, los hoteles aumentan sus ofertas de bienestar, y en ese sentido, los sostenibles de lujo son uno de los principales destinos para aquellos turistas que buscan una desconexión total sin dejar de disfrutar de los beneficios de la comodidad plena.
El fundador del Grupo Puntacana y pionero del desarrollo turístico en la zona Este, Frank Rainieri, concuerda y señala que en una época sí era sol y playa lo que buscaban los turistas; sin embargo, hoy, y más después de la pandemia, eso ha cambiado. “Ahora, el wellness, el turismo de bienestar, se está convirtiendo en algo más importante”, dijo a elDinero.
De hecho, se trata de una tendencia nueva en la cual ya República Dominicana está incursionando, agregó la vicepresidente de Marketing, Relaciones Públicas y Comunicaciones del Grupo Puntacana, Paola Rainieri. “Tenemos un nuevo cliente que busca mucho relajarse, que busca la salud mental y física”, dijo.
Esa es una realidad que se ha hecho palpable tras el impacto de la pandemia. La industria del bienestar ha comenzado desde entonces una rápida recuperación, según un informe del Global Wellness Institute, que proyecta que el sector del spa crecerá un 17% anual hasta 2025.
En consecuencia, los hoteles están respondiendo a los estilos de vida que muchas personas adoptaron tras los confinamientos. Una de las tendencias en el sector turístico, actualmente, es la asociada al concepto de “wellhospitality” o conseguir el bienestar integral.
“Muchas personas buscan unas vacaciones que les ayuden a recuperar el bienestar físico y emocional”, explicó Colombo. En otras palabras “recargar las pilas”. Destacó que han diseñado una experiencia completa que busca conseguir esa sensación de descanso activo para disfrutar plenamente de su estancia.
Con una inversión de más de US$40 millones para la construcción de Cayo Levantado Resort, Grupo Piñero busca dar respuestas a las nuevas exigencias. “Así reafirmamos nuestro compromiso con la innovación sostenible y la sofisticación, aplicando el concepto de el lujo de regenerarse”, a la vez que prometen dinamizar la zona de Samaná como polo turístico.
Un ejemplo, detalló, es la experiencia de Yubarta. Se trata de un espacio donde brindan talleres que fomenten la creatividad personal, espacios de meditación y de entrenamiento para promover la unidad con el entorno natural.
Según un informe de Grand View Research, se espera que el mercado mundial del turismo de bienestar supere el billón de dólares para 2030, con un crecimiento anual de casi el 10% durante los próximos ocho años.
Más que sol y playa
Aunque Frank Rainieri afirmó que el viajero busca nuevas y otras actividades, eso no quiere decir que se está abandonando la playa. “Eso es un concepto errado, la playa en el Caribe nunca se abandonará, porque eso es lo que ellos (los turistas) no tienen”, señaló.
Explicó que a los extranjeros que visitan la isla hay que entenderlos mejor y darles más opciones que las que se daban antes. “El turista no se puede generalizar”, enfatizó.
El director ejecutivo de Asonahores, Andrés Marranzini, coincide. “La verdad es que el perfil del turista cambió”, dijo.
En la actualidad, explica, no todo el turista que viene a la República Dominicana procura solo sol y playa, sino que también buscan la integración de experiencias, ya sean generadas por ellos mismos, siendo sus propios guías cuando se quedan en propiedades privadas o hacen multi destinos dentro del país.
“Antes venían 10 días a la playa. Ahora solo pasan cinco días frente al mar, y otros cinco días de cualquier otra actividad recreativa”, añadió Rainieri. Para el empresario hotelero, los viajeros quieren conocer desde el medio ambiente hasta los trabajos sociales. “Tiene inquietud sobre qué está pasando en nuestro país”, agregó.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos del Este (Asoleste), Ernesto Veloz, agrega que el turista quiere salir, interactuar, ofertas complementarias, aventuras, y el sector está dando respuestas con las nuevas ofertas.
“Algunos buscan experiencias gastronómicas, de sensación, de visita, de cultura combinado con su esquema de vacaciones”, añade Marranzini.
Lujo y sostenibilidad
Hoy, así como más exigentes, los turistas son más conscientes del medio ambiente, razón que ha llevado a los empresarios del sector a impulsar opciones para ese público. “En Grupo Piñero entendemos que combinar estas cualidades extraordinarias, de la mano del cuidado del medioambiente, es el verdadero lujo”, sostuvo Colombo.
Ante la creciente demanda del turismo de lujo, ese grupo empresarial está apostando a ese segmento priorizando el cuidado del medioambiente, el bienestar y el impulso de la cultura local. Eso se traduce en hoteles donde en cada área se refleje el respeto y el compromiso con el cuidado de la tierra.
Se trata de minimizar el consumo de los recursos del planeta y maximizar las alternativas para resguardarlos. “Es ahí que deben ser catalogados como lujo sostenible”, aclara.
Paola Rainieri, tras señalar que los turistas, incluso, buscan hospedajes más pequeños, más dados a lo natural, de no más de tres pisos, donde no hay que subirse en ascensores y abiertos, explica que quienes visitan el país también buscan hoteles de alto lujo. “Mucho alto lujo, así como alojarse en lugares distintos del país, más remotos, tranquilos y de menos gente”.
Esa idea llevo al Grupo Puntacana a asociarse con Marriott International para la construcción de su primer hotel de la marca de lujo W Hotels en República Dominicana, así como uno de los primeros W en el segmento del todo incluido. Concretamente, estará ubicado en la zona de Uvero Alto, en Punta Cana, y será un hotel solo para adultos. “Yo creo que esto va a ayudar a consolidar a Uvero Alto y a Punta Cana en otro renglón a otro nicho”, agregó Rainieri.
Según Colombo, estos hoteles que responden a las nuevas exigencias de los turistas deben impulsar la cultural local mediante lo que denomina como “regeneración de empleo de calidad”. Se trata de promover el talento local contribuyendo al desarrollo económico. En pocas palabras, wellness, cultura local y medio ambiente.
“Por ello, con Cayo Levantado Resort apostamos por la capacidad de los dominicanos a través de la generación de más de 700 empleos directos e indirectos, lo que nos ayudará a seguir contribuyendo con el desarrollo económico y social de toda la zona, materializando empleos de calidad y con futuro”, añadió.
Retos
Frank Rainieri entiende que el sector turístico necesita, entre otras cosas, ampliar las visitas a Santo Domingo, lo cultural, los religiosos en Higüey. “Ahí tenemos que trabajar, porque eso va a ser el complemento”, dijo.
Otro aspecto que en general están buscando los turistas hoy en día, “sobre todo las nuevas generaciones”, entiende Colombo, es la vinculación de la tecnología para mejorar su experiencia. Desde Asonahores están consciente de esa necesidad. Marranzini, de hecho, confirma que el turista que viene a República Dominicana es “un turista súper conectado”.
Es así que entiende que el sector debe tener niveles de conectividad, comunicación y seguridad que calificó de “importante”. El servicio hospitalario como complemento al destino turístico, también es muy importante, y el país lo tiene, afirma. Veloz, por su parte, aunque entiende que hay muchas ofertas complementarias en el país, la industria está trabajando en que el turista tenga algo distinto.
“Lo que nos falta es tener ofertas complementarias de calidad, porque eso es lo que está buscando el turismo. Ha cambiado la edad del turista también y eso influye mucho. Antes tenía un turista muy longevo, ahora tenemos gente más joven y la gente más joven tiene más energía”, dijo.
Para lograr ese objetivo, también enfatizó que el sector tiene que hacer una labor de concientización en el pueblo. “Esa parte la tenemos que manejar con los ayuntamientos”. Un paso que destacó es de vital importancia es la seguridad y que las calles estén iluminación.
Asimismo, afirmó que están ayudando a la Policía de Turismo (Politur) para que puedan ser más eficientes y efectivos en la llegada cuando haya una denuncia. “Estamos trabajando en un botón de pánico”. Se trata de un proyecto en conjunto con Politur para que el turista no sienta inseguridad, “porque a veces tú la percibes sin que exista, lo que queremos es que nunca la sienten”.
Desempeño del turismo dominicano en 2022
República Dominicana alcanzó un total de 7,165,387 de turistas no residentes de enero a diciembre del 2022 y alrededor de US$8,000 millones en ingresos, lo que convierte al 2022 en un año récord para la industria turística. Diciembre y julio fueron los meses de mayor movimiento turístico, con 765,910 y 735,064 llegadas de no residentes, respectivamente.
Por el contrario, septiembre fue el mes con menor flujo debido al impacto del Huracán Fiona y la ocupación hotelera cayó al 55.40%. De hecho, en ese momento el ministro de Turismo, David Collado, reconoció que entre 40,000 y 45,000 extranjeros dejaron de llegar al país por el fenómeno meteorológico y la suspensión de vuelos.
En tanto, la ocupación hotelera estuvo en torno al 65.8% a nivel nacional, aunque en destinos como Bávaro-Punta Cana o la Romana- Bayahíbe se superó el 70%, de acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Turismo. El 52% llegó desde Estados Unidos. Canadá y España fueron los siguientes dos mercados emisores más importantes, aunque representando apenas el 10.1% y el 3.6%, respectivamente.