No caben dudas de que con la aparición de las redes sociales el mundo cambió, y este cambio se manifiesta de diferentes maneras y en distintas direcciones.
Una de las primeras manifestaciones del impacto de estas redes es en los hábitos de consumo, pues la mayoría de los consumidores son inducidos a comprar cosas que, quizás, no son una necesidad económica para ellos. Otro elemento importante aquí es el efecto demostración que constituyen actualmente las redes sociales, en donde los individuos necesitan mostrar lo que adquieren y tienen, buscando convertirse en modelos en su proceso de búsqueda de aprobación como ente social.
Así es que las redes sociales se han convertido en una herramienta vital del comercio electrónico, logrando un impacto económico y financiero sin precedentes, según un estudio realizado por Otero, J. (2021).
Este impacto económico de las redes sociales se puede confirmar en el volumen de dinero que mueve cada red. Por ejemplo, Facebook (ahora Meta) obtuvo un ingreso mundial de aproximadamente US$118,000 millones durante 2021, mientras que la red Instagram, una de las de mayor crecimiento durante los últimos años, generó ingresos superiores a los US$22,000 millones. De su lado, la red social Tik Tok ingresó cerca de us$9,400 millones en 2022, casi el doble de lo que movió el año inmediatamente anterior, en tanto que Twitter recaudó por encima de los US$5,000 millones.
Pero aquí entran en juego dos figuras más que se convierten en generadores automáticos de ingresos o, por lo menos, en motivadores que aumentan las ventas de las empresas a partir de su exposición en las redes sociales. Una de estas es la inversión en publicidad en redes sociales, estimándose que, al 2020, se colocó en alrededor de 110,000 millones de euros, suma astronómica pero que, sin embargo, va en constante crecimiento.
Otra figura importante es el llamado e-commerce, o comercio electrónico, el cual movilizó, según cifras de Statista Digital Market Otulook, US$3.3 billones durante 2021, proyectándose también que, al 2025, esta cifra podría aumentar hasta los US$4.2 billones. En este tipo de comercio, el rubro que genera más ingreso es el de la moda, con unos US$900,000 millones.
Según el Informe Global 2022, “los usuarios de redes sociales crecieron 277 millones a lo largo del 2022, alcanzado un total de 4,700 millones en julio del año pasado. La base global de usuarios de redes sociales ha aumentado más de 5% en los últimos doce meses, y actualmente representa el 59% de la población mundial total”.
Como se puede derivar, ya las redes sociales se han convertido en un instrumento de hacer negocios, un mercado más de los que habitan en la economía mundial. De hecho, un porcentaje importante de las empresas medianas y pequeñas, se han volcado a las redes sociales, principalmente a Instagram, utilizando como plataforma para la promoción de sus productos y publicidad del negocio.
Por demás, nuevos emprendedores son conocidos y se han expandido por la existencia de las redes sociales. Pero también, y ese es uno de los peligros para la economía mundial y, en particular, para la economía dominicana, es que muchos de los negocios que operan a través de las redes sociales son informales, no pagan impuestos y no están inscritos en la seguridad social, con todo lo que esto implica para los propietarios y sus trabajadores. Y lo peor, es que no hay forma de tú identificarlos, pues pueden estar en cualquier parte del mundo y vender desde cualquier lugar del globo terráqueo.