Panamá.- Un nuevo escándalo relacionado con el blanqueo de capitales sacudió este viernes Panamá y afectó a uno de los grupos económicos más poderosos del país, el consorcio Waked, acusado este mismo jueves por el Tesoro de Estados Unidos de supuesto blanqueo de capitales provenientes del tráfico de drogas.
Poco después del anuncio oficial, el Ministerio Público panameño anunció la apertura inmediata de una investigación a partir de la acción de EE.UU., con cuyas autoridades Panamá coopera “plenamente”, de acuerdo con un comunicado oficial.
Casi en simultáneo, la Superintendencia de Bancos (SBP) procedió a intervenir al Balboa Bank & Trust, una las 68 entidades y empresas de la supuesta red de lavado de dinero que fueron incluidas por el Departamento del Tesoro en su declaratoria.
Esta acción de EE.UU. “pone en peligro los intereses de los depositantes por el fuerte impacto al riesgo reputacional del banco”, apuntó la Superintendencia en un comunicado oficial.
Por el mismo motivo, la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) ordenó la intervención de la casa Balboa Securities Corp., del banco Balboa, anunció el regulador panameño.
La SBP aclaró además que la medida “no representa un riesgo de contagio para el resto del Sistema Bancario” panameño.
Las autoridades del país norteamericano anunciaron este jueves que una organización de lavado de dinero de este grupo y sus líderes, Nidal Waked y su hermano Abdul Waked, ambos con doble nacionalidad panameña y colombiana, fueron incluidos en su lista de cabecillas extranjeros del narcotráfico.
Nidal Waked, que también tiene la nacionalidad española, fue detenido la noche del miércoles en Colombia por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) y la policía local, y es requerido en la Corte del Distrito Sur de Florida (EE.UU.) por blanqueo y fraude bancario.
“Nidal Waked tiene una larga historia de blanqueo de dinero en beneficio de algunas de las redes criminales y de tráfico de drogas más implacables y sofisticadas del mundo”, dijo el subadministrador de la DEA, Jack Riley, al comunicar el arresto.
En un comunicado al que tuvo acceso Efe, Abdul Waked, que además es libanés, rechazó las acusaciones del Tesoro de EE.UU..
“Tenemos a bien comunicarle a la ciudadanía que estos señalamientos son falsos e infundados y que hemos instruido a nuestros abogados a prestar total cooperación con el Ministerio Público para que esta lamentable confusión sea aclarada lo antes posible”, dijo el presidente del consorcio Waked International S.A. (WISA), que reúne a varias empresas del grupo y está incluida en la declaración de EE.UU.
Los Waked, de ascendencia libanesa, están consideradas una de las familias más ricas e importantes de Panamá, con una ingente cartera de negocios entre los que se encuentran bancos, casas de valores, centros comerciales, inmobiliarias, medios de comunicación y empresas en la Zona Libre de Colón (ZLC), la zona franca más grande del continente americano.
Entre sus empresas destacan las exclusivas tiendas por departamento Felix B. Maduro, el lujoso y recién inaugurado Soho Mall, que reúne a marcas cotizadas en el centro bancario de ciudad de Panamá, y el grupo La Riviera, del sector de las “duty free”.
Según la prensa local, el grupo tiene activos por más de 1,500 millones de dólares en 14 países y emplea a cerca de 6,000 trabajadores.
En Panamá, diversos analistas dijeron a Efe que la redada judicial contra los Waked afecta la imagen del país, muy cuestionada ya tras los denominados papeles de Panamá.
“El escándalo es vergonzoso y vuelve a poner al país en la palestra. Confiamos en que el Ministerio Público haga su función, ya que la familia Waked es de las más poderosas del país”, afirmó el abogado panameño y experto en Derecho Constitucional, Ernesto Cedeño.
“Sinceramente, no creo que las autoridades panameñas hayan protegido los actos ilícitos de los Waked pero, sin duda, lo ocurrido hoy afecta a la imagen de Panamá”, añadió el analista político y exministro de Comercio e Industrias de la dictadura militar, Mario Rognoni.
Mientras que el candidato presidencial y analista Juan Jované mostró su preocupación porque la inversión extranjera directa se vea afectada por los recientes escándalos.
El proceso contra los Waked volvió a centrar la atención en la transparencia del sistema financiero del país centroamericano, tal y como hicieron hace justo un mes los papeles de Panamá, que desvelaron que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios del bufete panameño Mossack Fonseca para crear sociedades “offshore” en distintos paraísos fiscales.
El pasado martes el presidente del país, Juan Carlos Varela, que estuvo esta semana en Washington, aseguró que el “éxito” de Panamá “no depende de la llegada irregular de dinero” y reiteró su “compromiso” con la transparencia financiera, al subrayar que el escándalo de los llamados papeles de Panamá es “un problema global”.
Varios analistas políticos dijeron a Efe que la redada judicial afecta a la imagen del país, muy cuestionada ya tras los denominados papeles de Panamá.
“El escándalo es vergonzoso y vuelve a poner al país en la palestra. Confiamos en que el Ministerio Público haga su función, ya que la familia Waked es de las más poderosas del país”, afirmó el abogado panameño y experto en Derecho Constitucional, Ernesto Cedeño.
“Lo que se debe hacer es hacer los ajustes legislativos correspondientes para que estos hechos no vuelvan a suceder en Panamá”, añadió Cedeño.
Según la prensa local, el grupo empresarial tiene activos por más de 1.500 millones de dólares en 14 países y emplea a cerca de 6.000 trabajadores.
“Sinceramente, no creo que las autoridades panameñas hayan protegido los actos ilícitos de los Waked pero, sin duda, lo ocurrido hoy afecta a la imagen de Panamá”, indicó el analista político y exministro de Comercio e Industrias de la dictadura militar, Mario Rognoni.
El proceso judicial ha vuelto a poner en el punto de mira al sistema fiscal y financiero del país centroamericano, tal y como hicieron hace justo un mes los papeles de Panamá, que desvelaron que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios del bufete panameño Mossack Fonseca para crear sociedades “offshore” en distintos paraísos fiscales.
El excandidato presidencial y analista político Juan Jované afirmó que la inversión extranjera directa, que en 2015 superó los 5,000 millones de dólares y creció un 17% con respecto al año anterior, se puede ver negativamente afectada por ambos escándalos.
“Si los inversionistas empiezan a perder interés, la economía se va a ver afectada”, añadió el político.
El Ministerio Público de Panamá anunció este mismo jueves el inicio de una investigación contra todas las empresas del grupo empresarial y la Superintendencia de Bancos de Panamá ordenó la intervención del Balboa Bank & Trust, una entidad ligada a la familia Waked con unos activos netos a diciembre de 2015 por 567 millones de dólares y unos depósitos por 480 millones.
“El golpe del Departamento del Tesoro de EE.UU. al grupo Waked y sus 68 empresas, lo único que le faltaba a nuestro país, luego del escándalo Mossack y Fonseca”, publicó en su cuenta de Twitter el empresario panameño Roberto Eisenmann.
El Tesoro estadounidense congeló además todos los activos que puedan tener en su jurisdicción los sancionados y prohíbe realizar cualquier tipo de transacción financiera a estadounidenses con los individuos y entidades involucradas.