Las investigaciones agrícolas juegan un rol esencial para la alimentación y es que se espera que para el 2030 la población mundial alcance los 8,600 millones, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esto se resume en que los campos necesitan mayor productividad, transformación en los métodos de cultivos y sostenibilidad de los recursos naturales.
En el caso de República Dominicana, el área de investigación y desarrollo (I&D) agrícola enfrenta desafíos. En 2020, el país solo destinó el 0.18% de su producto interno bruto (PIB) a esta área, lo que representa uno de los niveles más bajos de América Latina y el Caribe, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El ingeniero agrónomo Danilo Severino explica que el promedio de edad de los investigadores agropecuarios en el país está entre 50 y 60 años, por lo que entiende que reclutar a la próxima generación de investigadores es prioridad. Sin embargo, afirma que los bajos salarios e incentivos del sector público hacen que menos jóvenes se interesen por el área.
Por su lado, el BID indica que, a diferencia de sus colegas en los institutos nacionales de investigación agrícola en América Latina, parte de los investigadores del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf) tienen cargos dobles como profesores o investigadores en universidades o en el sector privado.
El Idiaf es la entidad que agrupa al 60% de los investigadores del área agrícola en República Dominicana, la participación de otras agencias gubernamentales y universidades en la investigación ha crecido, sin embargo, la participación del sector privado en la I&D sigue siendo algo limitado.
Investigaciones por enfoque
Las investigaciones permiten dar a conocer a fondo diferentes especies y desarrollar sus capacidades de desarrollo en condiciones variadas. Otra de las importancias de la investigación está en el desarrollo de productos químicos, biológicos, naturales y ecológicos utilizados para el control de plagas y enfermedades, también al estudio de nuevos fertilizantes tanto químicos como orgánicos para llevar una agricultura más saludable.
El informe señala que, en 2020, el 82% de los investigadores agropecuarios en el país centraron su investigación en los cultivos frente al 74% ocho años antes (2012). Los cultivos más investigados fueron frijoles, plátanos y frutas. Refiere, además, que los investigadores agropecuarios dominicanos publican poco en revistas. Los del IDIAF trabajan principalmente en la libración de tecnologías y variedades que beneficien directamente a los agricultores.