Cuando pensamos en autocuidado nos viene a la cabeza, un día de spa, cuidar la piel o hacer ejercicio, Sin embargo, esto va más allá de lo físico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir las enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un profesional de la salud.
Cuidarse a sí mismo significa identificar y tomar mejores decisiones sobre las necesidades, físicas, emocionales, mentales, financieras y hasta sexuales.
La organización prevé que para el 2030 habrá un déficit de 18 millones de trabajadores del sector salud en el mundo. Hoy en día 130 millones de personas necesitan asistencia frente a amenazas globales, y cada año, unos 100 millones de personas se ven sumidos en la pobreza por los gastos que implica costearse la asistencia a la salud. Por ello, sugieren encontrar estrategias que vayan más allá de las respuestas convencionales del sector salud.
Un informe sobre el valor económico y social de autocuidarse de la Global Self-Care Federation indica que las personas de países ricos que destinan mayor inversión en cuidarse gozan de ahorros sustanciales en sus sistemas sanitarios, mayor productividad y calidad de vida.
Refiere que en el caso de los países con bajos ingresos y acceso limitado a los servicios de salud el autocuidado está contribuyendo con la capacidad de las personas para rendir al máximo su potencial, tanto en las tareas cotidianas como en las remuneradas.
El estudio que evalúa el valor del autocuidado asegura que esto representa ahorros de casi US$120 mil millones cada año para los sistemas de salud globales y por lo tanto para las economías nacionales. Unos 40.800 millones de días productivos tanto para los profesionales de la salud como para las personas, lo que significa US$1.879 millones en valor de efectos en bienestar.
En América Latina y el Caribe esta práctica y la venta de fármacos que se pueden comprar sin receta médica conducen a ahorros de bienestar social por US$123 per cápita por año. En un escenario futuro, la Global Self-Care Federation plantea que el autocuidado también tiene el potencial de logrando 39 millones de años de vida ajustados por calidad (AVAC).