El acceso al trabajo seguro, productivo y remunerado de manera justa permite a las personas superar la pobreza y plantearse metas. Sin embargo, las personas con discapacidad se enfrentan a desventajas en términos de derechos en comparación con las personas sin discapacidad, lo que reproduce desigualdades y profundiza barreras que los afectan.
Este segmento representa aproximadamente un 15% de la población mundial y alrededor del 80% están en edad de trabajar. No obstante, su derecho al trabajo decente es con frecuencia denegado, según la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
La entidad indica que, en comparación con las personas sin discapacidad, las personas con discapacidad experimentan mayor tasa de desempleo e inactividad económica y están en mayor riesgo de una protección social insuficiente la cual es clave para reducir la pobreza extrema.
República Dominicana no es ajena a este problema, a pesar de dar pasos importantes en la adopción de medidas y normativas a favor de esta fracción, un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el 81.2% de las personas con discapacidad de 18 años o más que habitan en zonas donde predomina la pobreza en el país están fuera del mercado laboral.
Esto contrasta con el segmento de personas sin discapacidad donde está proporción es de apenas un 25.9%. Además, refiere que las personas con discapacidad con alguna ocupación, casi la mitad de ellas acceden a trabajos ocasionales (37.7%) o temporales (12.7%), mientras que menos de un 48.4% reportó tener un trabajo permanente.
De acuerdo con el censo del 2010, el país tenía un total de 1,160,847 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representaba aproximadamente el 12% de la población. El 56% de ellos eran mujeres, mientras que un 66% no tenía una fuente de ingreso.
El análisis pudo constatar que todavía son escasas las oportunidades de inserción laboral de las personas con discapacidad y los empleos son de poca calidad y ofrecen bajas remuneraciones, esto quiere decir, se trata en su mayoría de trabajos precarios.
Estos resultados señalan que la población con discapacidad que viven en condición de pobreza es elevada la proporción de acceder a trabajos caracterizados por la inseguridad laboral y la falta de acceso a un pensión o seguro de accidente de trabajo.