República Dominicana ha surgido como un destino clave para la migración, atrayendo principalmente a individuos personas de la vecina República de Haití y en menor proporción, de venezolanos y chinos, entre otras nacionalidades.
Según el Instituto Nacional de Migración, se estima que alrededor de 700,000 haitianos viven en el país y según ACNUR, agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados, el país alberga alrededor de 121,000 personas venezolanas. Este segmento poblacional requiere acceso a productos y servicios financieros que les permitan no solo realizar transacciones en el país, también enviar y recibir remesas con frecuencia.
Al respecto, la Superintendencia de Bancos (SB), desde hace años, aboga por prácticas mejoradas por parte de los bancos para brindar mayor acceso a productos y servicios financieros a los migrantes en suelo dominicano con el fin de promover la integración económica y la prosperidad para estos individuos.
En un esfuerzo por apoyar la inclusión de este segmento, en 2021 emitió varias circulares solicitando a las entidades intermediarias financieras (EIF) ofrecer un tratamiento especial y temporal a clientes de nacionalidad venezolana con documentos de identificación o pasaportes vencidos, permitiéndoles continuar realizando transacciones en el sector financiero y facilitando la apertura de cuentas.
Un informe reciente sobre inclusión financiera compilado por la SB, indica que el 57% de los migrantes encuestados afirman que, debido a su condición de no ciudadanos dominicanos, se les exige proporcionar información y documentación adicional. Además, el 19% percibe que esta situación conduce a un trato discriminatorio por parte de las instituciones financieras. Detalla que solo el 44% de los inmigrantes tienen una cédula dominicana.
Al desglosar el porcentaje por género, se observa que los hombres indicaron que se le solicita información adicional a una tasa más alta que las mujeres (74% a 40%). El producto más utilizado entre los migrantes es la cuenta de ahorros o corriente (56%), seguido por tarjetas de crédito o débito (21%).
“Es crucial abordar estos aspectos a través de la implementación de cursos dirigidos a la igualdad y equidad entre los empleados EIF al procesar solicitudes de productos, independientemente de la nacionalidad del solicitante”, expresa el documento de cuya muestra total de la data se representa un 7%, debido a que las EIF no reportan el número de identificación de los usuarios.
Respecto a su ubicación, el informe resalta que el 59% se encuentra en áreas urbanas de Santo Domingo, seguido por un 15% ubicado en Santiago. El cuarenta y uno por ciento de esta población tiene educación universitaria, mientras que solo el 27% de los dominicanos entrevistados han alcanzado este nivel educativo. Sin embargo, los ingresos del 65% de las personas entrevistadas son inferiores a RD$30,000. Este segmento tiende a trabajar en tres sectores en mayor proporción: comercio (13%), construcción (11%) e información y comunicaciones (10%).
Se observa que el 52% de las personas migrantes indican que utilizan canales digitales. De los usuarios encuestados, el 43% indicó recibir remesas, predominando la población migrante haitiana con un 65%. Del mismo modo, el 48% de los encuestados indicaron enviar remesas. Es relevante señalar que, según estadísticas periódicas proporcionadas por el Banco Central, hay cuatro países principales que envían remesas a República Dominicana.