La salud mental es un aspecto fundamental, pero lamentablemente descuidado en las políticas de salud pública, Gobierno tras Gobierno por los últimos 30 años en República Dominicana.
La pandemia del covid-19 ha resaltado la importancia de abordar esta cuestión con seriedad y urgencia. Aunque el país cuenta con profesionales capacitados en salud mental, la falta de recursos y estructuras adecuadas ha limitado severamente el acceso de la población a estos servicios vitales.
La situación actual
En la actualidad, el país carece de un centro hospitalario público especializado en salud mental, lo que deja a una gran parte de la población sin acceso a tratamientos y servicios necesarios. Aunque existen instalaciones privadas, los costos son prohibitivos para la gran mayoría de los ciudadanos.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Colegio de Psicólogos Dominicanos, más de 24,000 profesionales de la salud mental están disponibles en el país, pero carecen del respaldo estatal para poder extender sus servicios a más personas.
Aparte, contamos con estadísticas que son bastante preocupantes:
· Aproximadamente el 20% de la población dominicana sufre de trastornos mentales, con la depresión afectando al 4.7% de la población y la ansiedad siendo el trastorno más común, con más de medio millón de casos reportados.
• En la población de 15-49 años, los trastornos mentales ocupan la cuarta parte de la carga de enfermedad de hombres y mujeres, destacándose por su frecuencia, la depresión 6.4%, los desórdenes de ansiedad 4% y el uso de drogas 1.4%.
• En el grupo de edad de 5 a 14 años, los trastornos mentales representan el 10% de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).
• Los trastornos mentales constituyen un creciente problema de salud en el mundo, representando el 14% de la carga total de enfermedad en América Latina y el Caribe, medida en años de vida ajustados según discapacidad (AVAD).
• Entre los adultos mayores la incidencia de demencia aumenta exponencialmente con el aumento de la edad.
Existe una alta morbilidad por trastornos mentales, con una carga asociada de discapacidad y mortalidad, y, sin embargo, la respuesta de los servicios de salud no ha sido suficiente, ya que el resultado es una gran brecha de tratamiento que supera, como promedio, el 60-70% en Latinoamérica y el Caribe
El rol del Estado y los desafíos
El Plan Nacional de Salud Pública (2019–2022) presentado por el Ministerio de Salud Pública ofrecía una estructura para abordar estos desafíos, proponiendo un enfoque comunitario y participativo en la atención de la salud mental. Sin embargo, este plan no ha sido ejecutado en su totalidad y sigue siendo más teórico que práctico.
La propuesta de creación de un fideicomiso público
Una medida concreta y efectiva para abordar este problema es la creación de un fideicomiso público para la salud mental, inspirado en modelos exitosos implementados en países como Reino Unido, México, Colombia y Chile, persiguiendo subsanar el estado de la salud mental de la población en general y los problemas adherentes que conllevan los diferentes tipos de adicciones. Este fideicomiso tendría dos fases principales.
Fase 1: Construcción de un centro especializado
La primera fase del fideicomiso estaría dedicada a la construcción y operación de un centro especializado en salud mental, siendo un punto crucial para brindar atención médica, medicamentos y tratamiento a aquellos que lo necesiten. Además, serviría como centro de investigación y formación para profesionales de la salud mental.
Fase 2: Gestión y administración
La segunda fase se centraría en la gestión y administración continua del centro, incluyendo la responsabilidad del mantenimiento de la infraestructura, la adquisición de insumos necesarios y la gestión de personal.
Por igual, el fideicomiso establecería programas de prevención y tratamiento de adicciones, reconociendo la estrecha relación entre la salud mental y el abuso de sustancias.
Fondeo del fideicomiso público para la salud mental dominicana
No soy partícipe de que la Ley actual de Salud Pública establezca un porcentaje específico de lo que se deba invertir en salud mental, pero estoy convencido de que este 1% del presupuesto de salud pública pudiera tener el impacto que necesita la población a través de una figura jurídico financiera robusta como lo es la del fideicomiso.
Estamos hablando de que en los últimos 10 años el presupuesto del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social asciende a RD$1,015 Trillones de pesos y que el 1% para la salud mental debió de ser RD$10,151 millones, como pueden ver a continuación: