Acuñar monedas es un arte. La moneda acordada por una sociedad se convierte en uno de los elementos elaborados por el hombre que más circula entre las personas.
Dependiendo de su nacionalidad, los bancos centrales que la acuñan las utilizan para reforzar valores simbólicos del país (héroes, monumentos, banderas) y resaltar la imagen de los padres fundadores y héroes. Otras promueven plantas o animales propios de determinadas culturas.
Dada la frecuencia con que pasan de mano en mano, las monedas son las piezas con más facilidad de cambio. Pero antes de que los Estados las pongan a circular deben superar barreras de seguridad y legalidad para prevenir el fraude y su fabricación ilegal.
Antes, las monedas tenían más valor por la cantidad de metales preciosos utilizados para su fabricación. Por supuesto, esto ejercía influencia sobre su ponderación. Las personas solían atesorarlas, guardarlas y cortarlas por el valor que tenía su composición, en especial en momentos de crisis en los que los metales preciosos se hacían escasos y servían para pagar cualquier tipo de mercancía. Esto significó para muchas casas acuñadoras la exclusión de los metales preciosos de la fabricación del dinero metálico.
Miguel Estrella Gómez, numismático y representante regional de la Royal Canadian Mint, la casa acuñadora de monedas de Canadá, explica que la fabricación de estas piezas empezó como un proceso sin cuidado, ya que solo bastaba de un cuño (troquel) para sellar cualquier “chapita de metal”, durante la época antes de Cristo hasta la Edad Media.
Luego de estas reliquias, el proceso de fabricación a golpe de martillo no varió, a excepción de los relieves que surgieron luego del Descubrimiento de América. “Después de esto surgieron las monedas acuñadas por pesas hidráulicas, ya que era uno de los sistema más fuertes para darles forma al incluirles un anillo para evitar que las personas las cortaran y empezaran a vender el excedente. Las casas les ponían letras en los bordes como una forma de evitar que la cortaran”, indica.
Según diversos historiadores, la primera moneda acuñada en La Española data de 1542, elaborada por la Casa de la Moneda de Santo Domingo, en la Zona Colonial, lo que indica que solo una vez el país hizo monedas para sí mismo.
La primera empresa en acuñar las monedas de un cuarto de real o “cuartillos” fue la Scoville Manufacturing Company de Estados Unidos, cuyo servicio sirvió de eslabón para las demás empresas que el Banco Central solicitó para producir monedas.
Informaciones colgadas en la página del Banco Central establecen que el 21 de febrero de 1937 fue promulgada la Ley 1259, considerada como la creadora de la Moneda Nacional, y en la que se contemplan una serie de normas tendentes a regir la acuñación de monedas de todas las denominaciones, tomando en consideración que debían ser acuñadas en igualdad de condiciones a la moneda americana en lo referente a la fineza, peso, forma, dimensiones y escala de unidades. Este modelo estuvo vigente hasta 1975.
Tecnología para acuñar monedas
“Hoy en día la integración de la tecnología para acuñar monedas agiliza el proceso de producción y fabricación. Existen casas que utilizan troqueles digitales para agregarles otras cualidades para hacerlas más seguras y duraderas”, sostiene Estrella.
Los diseños dependerán de lo que propongan los bancos centrales. Las casas de fabricación se ajustan estrictamente al diseño y la cantidad, y someten un proyecto de muestra para que la entidad que solicita el servicio apruebe el proceso.
“En algunos casos, las casas acuñadoras fabrican de un 5% a un 10% de monedas extras por si algunas presentan daños, pero esas que sobran deben ser destruidas junto a los cuños de trabajo”, indica Estrella.
Agrega que los cuños maestros (dos en total) se envían por separado por cuestiones de seguridad. Ambos pertenecen al banco central que solicita el servicio, a los que deben ser devueltos para que dichas entidades lo remitan a otras casas en caso de que necesiten nuevas acuñaciones.
De las casas acuñadoras que existen, la Royal Canadian Mint es la pionera en la tecnología multicapa. Utiliza técnicas como el grabado sobre el canto de las monedas, las imágenes virtuales, la activación digital no destructiva y el pintado de alta velocidad, una técnica de producción que fabrica imágenes definidas y vibrantes. Además, en esta casa se ofrece una amplia gama de 16 colores, de los cuales seis pueden ser aplicados en una misma moneda.
Otro factor aplicado a estas piezas es la firma electromagnética, que permite reconocer el valor nominal que tienen cuando son insertadas en una máquina. Durante su fabricación se les aplica este elemento en función de las dimensiones y sus composiciones metálicas.
Los artistas que se encargan del proceso creativo recurren a hacer constantemente mejoras, al ser asistidos por los grabadores que transfieren el diseño sobre papel al troquel, que permite a la moneda tomar su forma tangible y duradera.
Legalidad
En el caso de República Dominicana, cuando el Banco Central elige la casa acuñadora, le suministra las especificaciones de la moneda establecida en un decreto presidencial. La entidad debe publicar la información dos días, en dos periódicos de circulación nacional, convocando a las diferentes casas a participar del concurso de acuñación.
Milena Alba Frappier, consultora de seguridad internacional sobre monedas, explica que aunque las monedas corren por cuenta del Estado, el Banco Central llama a una licitación para que las diferentes casas acuñadoras participen.
Según el Banco Central, las casas que participaron en la fabricación de las monedas dominicanas en 2010 fueron: la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España para el suministro de las monedas de $25; La Mennica Polska de Polonia con las monedas de RD$10 y RD$5 y la Royal Canadian Mint para la acuñación de las de RD$1.00.
Pero, ¿y cómo las traen?
El experto Miguel Estrella comparte que las monedas son enviadas por vía aérea, aunque por lo regular vienen en barcos. Llegan en cajones sellados a un puerto en donde son recibidas por la Dirección General de Aduanas y escoltadas hasta el Banco Central por la Policía Nacional, bajo un amplio dispositivo de seguridad, aunque las monedas carecen de valor hasta que el banco decida emitirlas legalmente.
Beneficios del Señoreaje
Una de las formas que utilizan los bancos centrales para recibir ingresos es a través del Señoreaje, lo cual significa en términos monetarios, el ingreso que recibe un Estado tras la fabricación del dinero, ya sea en papel o en moneda.
Se toma en cuenta la diferencia entre el valor facial (en este caso metálico) y el valor de su denominación, que siempre se cotiza a un menor precio por el tipo de materiales que se utilizan para su fabricación. Como ejemplo, el experto Miguel Estrella revela que una sola moneda dominicana de RD$25 podrían costarle al Estado entre 15 a 18 pesos, si se acuñan en The Royal Canadian Mint.
El origen del Señoreaje proviene de una técnica medieval que consistía en limar los cantos de las monedas de oro en periodos de crisis financiera causadas por parte de los señores feudales que tenían el privilegio de acuñarlas por el poder que ejercían sobre la sociedad.
La moneda más costosa
Así como existen monedas de diferentes tamaños, pero con poca presencia de materiales preciosos en su composición, la casa de la moneda de Perth de Australia acuñó la moneda más cara del mundo hace unos años y está valorada en 40 millones de euros.
Su diseño incluye una imagen del rostro de la reina Isabel II de Inglaterra en una cara y en la otra la silueta de un canguro. Está compuesta de un 99.99% de oro puro y es la moneda más pesada y la más grande con 80 centímetros de ancho y 12 centímetros de grosor. La casa de Australia tardó cerca de 18 meses para acuñarla.