[dropcap]E[/dropcap]l protagonismo de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha quedado en un segundo plano. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) gana espacio.
El panorama para este mecanismo de integración intergubernamental, cuyas raíces no son tan recientes, es halagüeño si se toma en cuenta la actitud de la recién inaugurada administración de Donald Trump en Estados Unidos, toda vez que se ha enfocado en el proteccionismo de la industria de su nación, dejando de lado la posibilidad de fortalecer los lazos con América Latina.
El canciller dominicano Miguel Vargas Maldonado lo ha dejado bien claro: “Podemos decir que hemos dado un paso adelante en la consolidación de la Celac como la voz de nuestra región, como el interlocutor por excelencia de América Latina y del Caribe frente a los más importantes actores de la comunidad internacional”.
En este nuevo contexto geopolítico hay dos protagonistas, uno de adentro y otro de afuera. Raúl Castro, presidente de Cuba, se ha integrado a esta iniciativa regional, haciendo su primera visita al exterior luego de la muerte de su hermano y líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro. Jamás había venido a República Dominicana.
El otro elemento, esta vez exógeno y que busca ser visto como un aliado más cercano en América Latina, es China. Su presidente Xi Jinping ha venido a la región en cuatro ocasiones.
La más reciente fue en noviembre de 2016 y sirvió para visitar tres países: Ecuador, Chile y Perú; en este último fue una figura preponderante en el Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC), donde afirmó que la mejor respuesta al sentimiento proteccionista que se observa en algunas partes del mundo, particularmente con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, debe llevar a las 21 economías del Asia-Pacífico a un tratado integral de libre comercio.
“Los arreglos pequeños y exclusivos no son la opción correcta”, dijo Xi. Su afirmación fue interpretada como una referencia directa al acuerdo de integración transpacífico (TPP), promovido por la administración de Barack Obama y que el nuevo presidente echó para atrás.
Aún sin Estados Unidos, el acuerdo también excluye a China, que también busca sacar ventaja de las relaciones comerciales con sus socios más cercanos: India, Singapur, Indonesia, Malasia y Rusia. “El logro de un área de libre comercio del Asia-Pacífico es una iniciativa crítica para una prosperidad de largo plazo”, dijo Xi.
La secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, quien también participa ahora de la Celac, le expresó entonces al presidente chino que “América Latina es una región de paz, rica en recursos naturales, con experiencias en política social (no muy buenas a veces), urbanización y protección ambiental, que podrían compartirse con China para abordar los cuatro desafíos que usted, presidente Jinping, planteó en APEC: reordenar la casa, innovación como pilar de desarrollo, economía abierta, sostenible e inclusiva, y distribución de las riquezas”.
“Su excelencia, analizaremos con cuidado sus reflexiones sobre cómo estrechar la amistad y la confianza mutua entre China y nuestra región. Cuente con la Cepal para esta tarea. Recojo su profunda analogía cuando dijo: Así como el camote, alimento que viaja con sus raíces, puede moverse a distintas direcciones, pero siempre con sus raíces, es decir, desde nuestra tradición, identidad e historia”, concluyó Bárcena.
Mientras el presidente de Estados Unidos sacó a su país del TPP y promueve una revisión de los tratados comerciales, incluyendo el que firmó hace cerca de 20 años con México y Canadá, la Celac hace historia con la presencia de presidentes y jefes de Estados y cancilleres de la región.
El cónclave, heredero del Grupo de Río, se erige como el único escenario en que los países América Latina y el Caribe se sienten más cómodos y en confianza para discutir sus prioridades, ahora que Trump no resulta ser la primera opción.
Asistencia
En la inauguración, además del presidente cubano, participaron Rafael Correa, de Ecuador; Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; Evo Morales, de Bolivia; Daniel Ortega, de Nicaragua; Jocelerme Privert, de Haití; David Granger, de Guyana; y Andrew Holness, de Jamaica; y el anfitrión dominicano Danilo Medina. El presidente venozolano Nicolás Maduro se integró en la última sesión.
A pocas horas de iniciarse el evento cancelaron los presidentes Enrique Peña Nieto, de México; Michelle Bachelet, de Chile; Juan Carlos Varela, de Panamá; Juan Manuel Santos, de Colombia, y Jimmy Morales, de Guatemala.
El canciller Vargas Maldonado se mostró optimista desde un principio con los resultados de la cumbre, que posiciona a República Dominicana en el centro de las discusiones económicas y estratégicas de la región. El país entrega la presidencia pro témpore a El Salvador. En la cumbre participaron socios extrarregionales, al igual que delegaciones de Perú, Bahamas, Brasil y Santa Lucía.
Las conclusiones de la Cumbre de Punta Cana versaron sobre seguridad alimentaria, migración y desarrollo; el problema mundial de las drogas, desarme nuclear, género, adelanto de las mujeres, financiamiento para el desarrollo, devolución del territorio de Guantánamo a Cuba y el fin al bloqueo contra esa nación; el conflicto de Las Malvinas, los idiomas indígenas, sistemas de salud sostenibles y la agenda 20-30, entre otros.
La actividad se celebró en Bávaro-Punta Cana, a pesar de que la Cancillería construyó recientemente en un centro de convenciones para estos eventos.
Qué es la Celac
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) es un organismo intergubernamental de ámbito regional, heredero del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y del Caribe (CALC) que promueve la integración y desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños.
La Celac fue creada el 23 de febrero de 2010, durante una sesión de la cumbre denominada “De la unidad de América Latina y el Caribe”, realizada en la comunidad de Playa del Carmen (México), pero no fue sino al año siguiente, en la Cumbre de Caracas (Venezuela), llevada a cabo los días 2 y 3 de diciembre, cuando quedó constituida.