[dropcap]E[/dropcap]n una conversación con el intelectual dominicano Lucas Vicens, este refirió la anécdota de un profesor de economía, quien hablaba del hecho de que muchos países crecen económicamente sin que esto se refleje en bienestar para la población, y menos en reducción de pobreza.
A ese respecto, el profesor citado decía que la economía era como una mujer en bikini que enseñaba algo, pero no lo fundamental. Este relato viene a cuento porque recientemente el Banco Central reveló que la economía dominicana había crecido un 6.6% en 2016, noticia que fue ofrecida paralelamente a un informe del Banco Mundial que revelaba la preocupación por los niveles de pobreza que aún se registran en Dominicana, a pesar de la expansión sostenida del PIB en los últimos 25 años.
Y es que, ciertamente, para la mayoría de los economistas, y para otros no economistas pero que miran con los ojos de la cara, el mantener en estado de pobreza al 32% de la población, y de sostener niveles de indigencia superiores al 10%, no se corresponde con las estadísticas de crecimiento a que nos tiene acostumbrado el Banco Central.
Como colofón, la correlación entre expansión de PIB y generación de empleos es prácticamente nula en el país, lo que desdice bastante de un modelo económico que se sospecha exitoso, pero que no crea empleos ni decentes ni indecentes. En efecto, un 6% promedio anual de crecimiento de la economía en los últimos 20 años convive con una tasa de desempleo promedio anual de 14%. Así no se puede avanzar.
Otra contradicción intrínseca a este modelo económico regresivo, es que una de las variables fundamentales en la ecuación del PIB, y que explican su aumento, es el consumo, tanto aquel que se supone autónomo como el que depende de los niveles de ingreso; pero sucede que rara vez los salarios aumentan, y cuando suelen elevarse son absorbidos por el incremento en los precios de los bienes y servicios.
Es así, entonces, que la ecuación y sus resultados tendrán que buscar en la inversión privada, en el gasto del Gobierno y en las exportaciones netas, la explicación al crecimiento de la economía.
Frente a todo lo anterior, se plantea que la situación radica en que existen problemas estructurales en la economía dominicana que no permiten que la expansión económica lograda se derrame a todos los sectores e incida en el bienestar de toda la población, lo que no deja de ser relativamente cierto. El tema es que llevamos demasiado tiempo con demasiados cuentos, y ya se nos están acabando los argumentos… y la paciencia.