[dropcap]D[/dropcap]esde 2010 la presencia de las mujeres dominicanas se hace más notoria en los espacios políticos y de toma de decisiones, como lo evidencia el hecho de que actualmente el Congreso Nacional cuente con 55 legisladoras, lo cual representa el 25%, un aumento significativo respecto al periodo 2010-2016 cuando eran 41 de 215, equivalente a un 19%.
Como resultado de la preparación y experiencia las mujeres dominicanas, que son el 64% de los estudiantes de educación superior (309,284 de 480,108) según cifras oficiales, han logrado alcanzar importantes niveles de liderazgo, aumentando la participación femenina en cargos políticos.
Otra de las conquistas de la mujer dominicana es la reducción de la brecha digital de género.
La Oficina Nacional de Estadística (ONE), destaca en su informe, el Panorama Estadístico 85, la primera brecha, que se refiere al acceso y la conexión a internet, se ha visto reducida, al posicionarse en -0.2 para el uso de computadoras, en un -0.9 para el uso de internet, y sin brecha en el uso de teléfonos móviles.
El informe señala que es necesario seguir trabajando por el principio de igualdad de género, pues, a pesar de que el porcentaje de mujeres con nivel educativo superior es mayor al de los hombres, la tasa de empleo de las féminas con educación universitaria es inferior a la de los hombres con igual nivel académico, ya que según datos de la ENHOGAR 2015, la tasa de ocupación de estos es de un 81.3% y la de las mujeres un 66.3%.
Desde que en 1942 la mujer dominicana ejerció por primera vez el sufragio, su participación política ha sido constante y creciente, hasta el punto de que ya dos aspiraron a la Presidencia de la República (Minou Tavárez Mirabal y Soraya Aquino).
Un estudio reciente del Observatorio Político Dominicano (OPD) refleja el aumento significativo en la cantidad de mujeres en los organismos de toma de decisión, especialmente del Congreso Nacional.
También el Observatorio de Participación Política de las Mujeres difundido a través del portal web de la Junta Central Electoral (JCE) señala que las candidaturas propuestas por las mujeres para diferentes cargos en las elecciones de 2010 totalizaron un 43% y en las del pasado 15 de mayo de 2016 un 44%.
Uno de los factores que incide de manera favorable en el aumento de la participación política femenina es la cuota de candidaturas que, como medida de acción afirmativa, se implementa en el país desde la década de 1990.
La Ley 275-97, promulgada el 21 de diciembre de 1997, establece que un mínimo de 25% de los candidatos a cargos electivos de los partidos debía ser de sexo femenino.
Las mujeres ocupan tres posiciones en el Senado, 20 en las alcaldías y tres en las vicealcaldías. En el Parlamento Centroamericano (Parlacen) de 20 diputados nacionales, seis son mujeres.
Dentro de los 22 ministerios que conforman la administración del país cuatro están representados por mujeres: Janet Camilo (Mujer), Alejandrina Germán (Educación Superior, Ciencia y Tecnología), Altagracia Guzmán Marcelino (Salud Pública) y Robianny Balcácer (Juventud).
En el Ministerio de la Presidencia (Minpre) se encuentra Marisol Castillo como viceministra de Coordinación de Proyectos e Inversión del Ministerio; Sina del Rosario, viceministra de Habitad y Desarrollo Local, y Alejandra Liriano, viceministra de Relaciones.
Nelly Pérez Duvergé fue designada viceministra administrativa y financiera del Ministerio de Relaciones Exteriores, y Marjorie Espinosa, viceministra para Asuntos Consulares y Migratorios de la Cancillería.
Kenia Mejía Bisonó es la viceministra de Acción Social de Salud Pública, mientras que Birmania Arzeno es la viceministra del Ministerio de la Mujer.
Como viceministra Técnico Pedagógico del Ministerio de Educación está Denia Burgos y como subdirectora del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial de este ministerio, Marina Espinal.
Verenice Páez Rodríguez se desempeña como viceministra de Mantenimiento, Construcciones e Instalaciones de Deportes.
Hombres predominan
A pesar de los avances femeninos en puestos electivos, las elecciones de 2016 muestran que la mayoría de los cargos siguen en poder de los hombres.
De acuerdo a la JCE, los hombres obtuvieron 127 diputaciones, contra 50 de las mujeres, 29 senadurías frente a 3 ganadas por las mujeres. Las plazas a diputaciones al Parlacen (14 a 6) y diputaciones nacionales (3 a 2) también fueron lideradas por los del género masculino.
Para elevar la participación femenina en los procesos políticos la JCE propuso en el proyecto de Ley de Régimen Electoral, que el 50% de las propuestas a cargos electivos fueran ocupadas por mujeres. Esta iniciativa perimió en el Congreso Nacional, quedando vigente la actual cuota femenina de un 33 por ciento.
Paridad
La representación equitativa no sólo implica la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres; también reviste la igualdad de resultados, en tanto es la demostración de la superación de las restricciones estructurales que enfrentan las mujeres.
Es decir, les da la certeza, a ellas y a la sociedad en su conjunto, de que dicha igualdad de oportunidades es real y efectiva. El sentirse bien representada/o pasa necesariamente porque ello se refleje en los representantes, y no sólo en el ámbito de los ideales e intereses compartidos.