[dropcap]R[/dropcap]epública Dominicana acumula pérdidas millonarias producto de las inundaciones asociadas a males como la falta de previsión de poblaciones asentadas en zonas vulnerables, la deforestación en las cuencas hidrográficas o la erosión de sus suelos.
El Gobierno estima en más de RD$20,000 millones los daños materiales provocados por las lluvias de los últimos meses de 2016 a la agricultura e infraestructura, los cuales se agravan con los aguaceros de abril y mayo de este año.
En términos humanos, pese que los reportes del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) son imprecisos, medios informativos como la agencia española Efe informaron de al menos 15 ahogados a finales de diciembre de 2016.
Luis Reyes Santos, viceministro de Hacienda y titular de la Dirección General de Presupuesto (Digepres), recuerda que el Gobierno puede utilizar hasta el 0.5% del producto interno bruto (PIB) para atender situaciones de emergencias.
“Todavía no hemos sido capaces de restaurar el daño a la infraestructura que produjeron las lluvias de octubre y noviembre (de 2016); esos daños superaron los 20,000 millones de pesos”, estima.
“De esos 20 mil y tantos millones de pesos, el Gobierno dispuso de 4,000 millones de pesos que ahorró del Presupuesto del pasado año para enfrentar esas necesidades y, en el primer trimestre del año (2017) ya había ejecutado esos 4,000 millones de pesos. En total tenía identificados 12,000 millones de pesos para hacer frente a esas necesidades”, añade.

El presidente Danilo Medina informó, en su discurso de rendición de cuentas del pasado 27 de febrero ante la Asamblea Nacional: “Como saben, el Gobierno ha estado al lado de la población y especialmente de nuestros productores para minimizar las consecuencias de las inundaciones. En concreto, se destinaron RD$6,500 millones para reparar vías, puentes, viviendas y recuperar la producción agrícola, que afectó con mayor dureza a la Línea Noroeste”.
El Poder Ejecutivo dictó el Decreto 340-16, del 11 de noviembre de 2016, que declaró de “emergencia nacional las compras y contrataciones de bienes, servicios y obras” del Ministerio de Obras Públicas y el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) —y las libra de los procedimientos ordinarios— para las provincias Puerto Plata, La Vega, Espaillat y María Trinidad Sánchez. Dos días después, el día 14, agregó a Santiago, Duarte y Samaná mediante el Decreto 341-16.
Luego, los legisladores ampliaron de 7 a 15 las provincias, a través de la Ley 692-16, promulgada el 9 de diciembre, que sumó a Juan Sánchez Ramírez, Montecristi, La Altagracia, Hermanas Mirabal, Hato Mayor, Valverde, El Seibo y Monseñor Nouel.
Los daños de las lluvias llevaron a la Junta Monetaria a autorizar la liberación de RD$5,066 millones del encaje legal para facilitar el acceso a crédito a los productores agropecuarios de las 15 provincias declaradas en emergencia debido a las inundaciones. También aprobó liberar RD$1,500 millones del encaje para ser canalizados al Banco Agrícola a través del Banco de Reservas.
Varias dependencias del Estado suspendieron incluso la tradicional fiesta de navidades en solidaridad con los afectados por las inundaciones registradas en distintas provincias. Cinco meses después de las lluvias elDinero insistió infructuosamente en obtener un informe detallado de los daños con varias dependencias del Gobierno que incluyen a Agricultura, el Ministerio de la Presidencia, la Digepres, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), el Instituto Nacional de Agua Potable (Inapa) y la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).
Temporal previsto
“Lo primero que tiene que entenderse es que atender la gestión del riesgo es la garantía para el desarrollo”, asegura Gustavo Lara, director de la Cruz Roja. “Si no prestamos atención a la vulnerabilidad en que vive la mayoría y evitamos los desastres y que la gente pierda lo que tiene y tenga que todos los años comenzar de cero, vamos a quitarle la oportunidad al país de avanzar hacia el desarrollo”, dice.
“La gestión de riesgo es de todos, son los hoteleros, el Banco Central, los que manejan el dinero, los que tienen que saber que si no invierten una parte de los recursos destinados al desarrollo a evitar que pasen desastres, podemos vernos rápidamente en un espejo como Haití o como el de las zonas afectadas de Perú. Es un ciclo recurrente, si hay vulnerabilidad hay riesgo y si hay riesgo, hay desastre”, insiste Lara.
El estudio “Lluvias extremas durante el mes de noviembre 2016 en República Dominicana”, de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), advierte que los tomadores de decisiones deben hacer “más uso de los pronósticos estacionales climáticos que ya se están elaborando en la región” y que sirven como una guía que puede ayudar a emprender acciones preventivas con mayor tiempo de antelación.
En noviembre pasado, la Onamet y otras entidades de la región advirtieron, al participar en los foros del clima de América Central y Mesoamérica, que entre diciembre de 2016 y marzo de este año “República Dominicana probablemente tendrá condiciones de normal a por encima de lo normal en las precipitaciones en la mayor parte del territorio”.
Los organismos toman en cuenta la fase de La Niña en el Pacífico Ecuatorial Oriental y Central, que traería al Caribe condiciones más húmedas.
Esto lleva a los especialistas en el clima a pronosticar una mayor incidencia directa o indirecta de los frentes fríos sobre República Dominicana y la región, así como de vaguadas prefrontales y de niveles medios de la atmósfera baja.
“Es importante que sectores de salud, agricultura, los gerentes del sector agua y otros del sector productivo nacional, tomen muy en cuenta estos resultados, con la finalidad de preparar las medidas necesarias para que no se vean afectadas las actividades de desarrollo nacional”, plantearon.

El ingeniero y meteorólogo Antonio Cocco Quezada considera que más que un cambio brusco en el clima, en República Dominicana los desastres están asociados a un problema antropogénico. “Las lluvias más concentradas de los últimos tiempos han sido las de Puerto Plata de noviembre pasado, pero, ¿qué pasa? tú recoges la información vieja, de comienzo del siglo pasado y te encuentras con los mismos valores de lluvias y más altos”, dice.
“Nos estamos metiendo en donde no debemos, y eso sucede cada vez más; la destrucción de Puerto Plata se produjo porque ocupamos las cañadas que nacen de Loma Isabel de Torres”, sostiene. “Lo fundamental en el manejo de desastres, de amenazas naturales, es que la información llegue a la población en el momento oportuno; eso nada más se consigue con una red de estaciones de diferentes tipos, metereológicas, sismológicas, que sean eficientes y que esa información llegue a los centros de análisis en el momento oportuno y que esos centros de análisis y pronósticos emitan las alertas en el momento debido”.
Dinero para las emergencias
Resulta difícil tener una idea de los recursos que prevé este año el Estado para atender situaciones de emergencias y daños asociados a desastres naturales. Además del 1% de las apropiaciones del Presidente para “Imprevistos y Calamidades” (RD$594,787,637), el capítulo “Gestión de riesgos y atención a emergencias y desastres”, Salud Colectiva tiene asignado RD$474,405,980. El Estado aporta además RD$43,394,258 a la Cruz Roja Dominicana y destina RD$134,445,945 para la Defensa Civil.
Para la “Habilitación del Sistema Nacional de Emergencia y Seguridad 9-1-1 en República Dominicana” destina RD$1,295 millones. Además, RD$122 millones para la construcción del edificio para el Sistema 9-1-1 en Santiago. El Ministerio Administrativo de la Presidencia destina RD$16 millones para “Administración para el manejo de desastres naturales”.
Impacto
20 provincias: El Inapa evalúa los daños provocados por las lluvias de este año en 34 acueductos. Los sistemas de la entidad se vieron afectados en 20 de las 26 provincias en que brinda el servicio de agua potable. La interrupción parcial o total del servicio de agua potable producto de las inundaciones, afectaron áreas con una población de 1.2 millones de personas, según la dirección del Inapa.
Santo Domingo: Los daños provocados por las inundaciones en los acueductos Duey e Isa-Mana obligan a las brigadas de la CAASD a trabajar jornadas de 24 horas para restablecer el servicio de agua potable que se vio interrumpido para 27 sectores del Gran Santo Domingo. La dependencia dispuso además de una flotilla de 50 camiones cisternas para suplir del líquido a las zonas afectadas que todavía no ven repuesto el servicio.
Puentes: El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, adelantó que sobrepasan los RD$5,000 millones los daños ocasionados la infraestructura vial por las lluvias de este año. Explicó que las inundaciones llevaron al colapso a al menos 42 puentes, 13 carreteras, 18 caminos vecinales y numerosos muros de gaviones. Los mayores daños se registraron en provincias como San Cristóbal, Samaná y Monseñor Noel.