La asociación de las Cámaras de Comercio Británicas (BCC, en inglés) dijo este viernes que el resultado “dividido” de las elecciones del jueves en el Reino Unido ha añadido “todavía más incertidumbre” para las empresas, que ya afrontan otros desafíos económicos.
En director general, Adam Marshall, señaló que la prioridad ahora debe ser formar “un Gobierno operativo que pueda dar a los votantes y a los negocios confianza sobre la gestión económica”.
Marshall recordó que las empresas ya afrontan muchas incógnitas, por ejemplo sobre “la fluctuación de la moneda, el aumento de los costes y el impacto potencial del ‘brexit”.
El directivo también subrayó la importancia de que el nuevo Ejecutivo afronte las negociaciones con Bruselas para la salida del Reino Unido de la Unión Europea “con objetivos claros, una posición de inicio consensuada y un equipo negociador fuerte”.
Con el resultado escrutado en 649 de las 650 circunscripciones que componen la Cámara de los Comunes, el Partido Conservador gana 318 escaños -una pérdida de 12-, mientras que los laboristas suman 261, 29 más que los que obtuvieron en 2015, lo que significa que habrá que llegar a pactos parlamentarios.
La líder conservadora y primera ministra en funciones, Theresa May, ha indicado que planea formar un Gobierno en minoría apuntalado por un acuerdo en principio con los diez diputados del Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte.
Asimismo, la Corporación de la City de Londres, el ayuntamiento del distrito financiero londinense, pidió “un Gobierno seguro y eficaz” para negociar el “brexit”, después de que ningún partido británico obtuviera la mayoría absoluta en las elecciones generales del jueves.
La directora de política del organismo, Catherine McGuinness, recordó que “a los mercados no les gusta la inestabilidad” y dijo que “es importante para las perspectivas de las negociaciones del ‘brexit’ que haya certidumbre sobre el sistema político”.
“En estas negociaciones con la UE, esperamos que el nuevo Gobierno reconozca la importancia de un acceso mutuo a los mercados, de lograr un acuerdo transitorio y de que la gente con talento de toda Europa pueda acceder a los mejores trabajos”, dijo.
McGuinness afirmó que el Reino Unido “no puede arriesgarse a dañar la posición de la City como centro financiero” o “perjudicar al sector de los servicios financieros, que provee 2.2 millones de empleos y genera 72,000 millones de libras (82,000 millones de euros) de recaudación fiscal”.