La relación entre desocupación y tasa de crecimiento no puede verse como algo rígido, es decir, inmediatamente se ve la desaceleración, no necesariamente debe subir la tasa de desempleo. Hay rezagos naturales que operan en la economía y expectativas de los agentes económicos que entran en juego, por lo que no existe una reacción automática del mercado laboral.
Esto es lo que afirman Ramón Antonio González Hernández, director del Departamento de Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas del Banco Central; y Olga Díaz Mora, asesora de la Gobernación. Explican que las decisiones en el mercado laboral no se toman como si fuera con un interruptor de prender y apagar, sino que los agentes económicos esperan la evolución de los acontecimientos antes de aplicar despidos. De hecho, la apuesta de las autoridades es que con las recientes medidas monetarias para reactivar la economía se mantengan los niveles de ocupación actuales.
Su afirmación es a propósito de preocupaciones de sectores empresariales respecto al bajo crecimiento económico y la disminución de la tasa de desocupación abierta. En perspectiva, según afirman Díaz Mora y González Hernández, lo que el Banco Central procura es que la economía crezca en forma sostenida en torno a su potencial de 5%. En este orden, sostiene que cuando sucede un crecimiento en el rango estimado la tasa de desocupación se mantiene estable.
“Cuando la economía pasa un período prolongado de desaceleración y por debajo de su ritmo potencial, entonces uno tiende a ver en las cifras aumento en el desempleo y viceversa: una tendencia sostenida es la baja en el desempleo cuando la economía viene creciendo mucho y por encima de su potencial”, sostienen.
De manera específica, González Hernández explica que la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB), en los últimos tres años, fue de 7.6%, 7.0% y 6.6%, que es por encima del potencial de 5%, por lo que consistente con eso la tasa de desocupación fue bajando sostenidamente hasta ubicarse en 5.4%.
Tras este análisis es que los técnicos del Banco Central destacan que no se trata de un frenazo de la economía, sino de una moderación del crecimiento. Apuestan a que en el segundo semestre habrá un crecimiento de 6% para alcanzar la meta del 5%. ¿Cómo se logrará? Entienden que las medidas de política monetaria dinamizarán la economía, lo cual se nota en el dinamismo que muestra el crédito al sector privado.
“También entró en juego la base de comparación estadística. El sector construcción, por ejemplo, cayó -2.7%, pero este resultado es sobre la base de un 16.8% del año pasado, de 19.4% de 2015 y 15.6% de 2014. Tú le estás pidiendo mucho a un trimestre porque estás creciendo a tasas altas de dos dígitos, lo cual se está midiendo con los indicadores subyacentes, como la venta de cemento, varilla, estructuras metálicas y otros. Cuando tú le exiges a estos volúmenes que de forma sostenida crezcan a esas tasas es difícil sostener ese ritmo y eso es lo que ha pasado”, explica González Hernández.
Sin embargo, apunta que cuando se promedian estas cifras el crecimiento es de 8%, lo cual sí es razonable. Está seguro que todos estos indicadores tenderán a normalizarse en torno a que sea consistente el crecimiento con una tasa de 5%, que es lo que al final se busca.
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Respecto a lo que se espera en la segunda mitad del año, Díaz Mora está segura que con las medidas tomadas por el Banco Central, especialmente con el desmonte del encaje legal y otras medidas, se espera un repunte de los préstamos, lo cual ha sucedió desde agosto con el desembolso de RD$10,000 millones. Es de esperar, estima, que esos recursos vayan a reactivar las actividades económicas y al consumo, que a su vez también es un motor de la economía.
Los técnicos del Banco Central, al referirse a la ponderación que tiene la inversión de capital del sector público, detallan que entre 70% y 80% corresponde al sector privado. Admiten que en el segundo trimestre hubo una moderación en ambos casos. Indican que en cuando a la parte pública, ya el Gobierno se reunió con las entidades que tienen que ver la ejecución del gasto para reactivar.
Otro elemento que impactará de manera positiva en la reactivación económica, sostienen, es la ampliación de RD$4,000,000 a RD$8,000,000 el valor de la vivienda a financiarse con recursos del encaje legal. Con esta medida, consideran, se renovarán los inventarios tal y como lo expresaran los ejecutivos de la Asociación de Constructores y Promotores de Vivienda (Acoprovi).
“Este mecanismo de financiamiento con tasa de fija de 9% por cinco años facilita la adquisición y ellos se embarcan en nuevos proyectos, que es la idea”, explican los técnicos del Banco Central.
Sostienen que lo primero que la población debe saber es que la economía creció 4%, razón por la cual no se puede hablar de un frenazo porque eso da idea de parálisis y la economía siguió creciendo. “Lo que ha habido es una moderación del crecimiento que hemos estado observando y ya hemos reaccionado para hacer los correctivos de lugar, tanto con la política monetaria como con la parte del Gobierno que también anunció medidas complementarias para reactivar la economía”, explican los técnicos.
Liquidez y holgura en el sistema financiero
Ramón Antonio González Hernández explica que las economías van generando empleos en la medida en que crecen, que en el caso de República Dominicana el producto interno bruto (PIB) sigue en expansión.
“La economía ha moderado su crecimiento, pero es buscando su mismo ritmo de crecimiento potencial de 5%. En enero-junio fue 4%, menor a lo previsto, lo observamos internamente y reaccionamos. Para eso está el Banco Central. Monitoreamos en el día a día todo lo que está pasando en el entorno doméstico e internacional para recomendar política”, indica.
Para González Hernández, no es necesario que la moderación del crecimiento deba generar sorpresas ni referirse a un frenazo y más cuando se trata de líderes empresariales. “Creo que debemos tener cuidado con el tipo de expresiones que se utilizan porque pueden afectarse innecesariamente las expectativas de los agentes económicos”, expresa.
Señala que la reducción de 50 puntos básicos a la tasa de política monetaria y los depósitos overnight, que es la “piscina disponible de recursos para prestar”, ha estado sobre los RD$35,000 millones. A su entender, con la liquidez que muestra el mercado las tasas de interés habrán de reaccionar a la baja.
Buen desempeño del sector externo
Olga Díaz Mora destaca que el sector externo fue más dinámico que el resto de la economía, pues la entrada de divisas por las exportaciones crecieron 8%, las remesas, turismo e inversión extranjera. Entre todas estas actividades, indica, crecieron 11.5%, es decir, US$1,384 millones por encima del primer semestre del año pasado.
Los técnicos destacan que por tercer año consecutivo el país finalizará con un déficit de cuenta corriente por debajo de 2%. Señalan que en una economía en que la inversión extranjera directa (IED) es 3.5% del PIB hay holgura suficiente para financiar ese déficit.
“Cuando la gente habla de escasez de dólares hay que ver la película completa. Lo importante es cómo está siendo financiado el déficit”, indican. En cuanto al sector exportador, el país debe seguir encontrando mercados en los cuales República Dominicana sea competitiva y mantener el tipo de cambio real alineado con los fundamentos de la economía.