Más es mejor. En la fase de generación de ideas, buscamos cantidad, no calidad: decenas, cientos de ideas. La mayoría serán malas, pero ese es el propósito inicial de la ideación: producir un montón de ideas para botarlas, excepto las excelentes. Deja que salgan a borbotones, sin juzgarlas, ni editarlas, ni organizarlas. Sólo déjalas fluir. No te inhibas ni inhibas a otros: no critiques, no objetes, no agregues “peros” ni a tus ideas ni a las de otros.
Incentiva las locuras. No solo dejamos que fluyan las ideas más insólitas, sino que ponemos el ejemplo: decimos nuestras propuestas más insensatas, salvajes y locas. Estimulamos a que otros planteen sus locuras y nos montamos en ellas para construir nuevas ideas. Puede ser que nos conduzcan a una genialidad inesperada.
Mantén el foco. ¿Cómo avanzar sin distracciones, pero sin inhibiciones? Crea un rinconcito en el salón, donde estacionarás las ideas que nada tienen que ver con la temática. Allí podrás dejar la semilla para un proyecto que podrías retomar después.
Deja el ego afuera del salón. Las ideas que surgen en una sesión creativa no son de nadie y son de todos. Que alguien las diga primero no significa que las parió solo. Seguramente han sido provocadas por un compañero. “Grandes cosas ocurren cuando no hay quien se lleve el crédito”.
Vuelve a lo análogo. Abandona los gadgets y vuelve al lápiz y al papel. Regresar a lo análogo activa zonas creativas del cerebro que lo digital va secando. Dibuja, boceta, esquematiza, conecta con rayas, puntos, garabatos y figuras geométricas. Todo lo que sea visual potencia tu creatividad y ayuda a comunicar mejor tus ideas.
No tienes que saber dibujar. Basta con rayas, círculos, tríangulos y cuadros para comunicar lo que quieres. Haz mapas mentales, flujogramas, listas, diagramas y cuántas técnicas visuales y análogas conozcas.
Post it. Esos papelitos multicolores son succionadores de ideas. Muy fáciles para reorganizar en el proceso creativo y para conectar puntos de forma altamente creativa. Dan la sensación de que el trabajo es un juego.
Una conversación a la vez Simple: uno habla, el otro escucha. En los grupos, especialmente latinos, y con gente de áreas diferentes, sostener una conversación a la vez es la única manera de avanzar y construir sobre las ideas del compañero.
La diversidad genera más y mejores ideas. Pero también supone un reto de cortesía, paciencia y tolerancia para llegar a mejores destinos.
“Nos quedamos con las mejores ideas y desechamos las demás”. Cuando tengamos decenas, cientos de ideas, es el momento de discriminar y quedarnos exclusivamente con las mejores. Ahora sí, pasamos de la cantidad a la calidad.
Clusters de ideas. Clasifica, reorganiza y conecta las ideas seleccionadas. Nombra cada grupo de ideas con un titular de diario o publicitario, pero nunca jamás con la primera frase que te venga a la cabeza. Una vez que tengas el mejor título por grupo de ideas, estás listo para salir a venderlas.