El 31 de octubre se celebra Halloween, y desde ya las tiendas están inmersas en sus estrategias para aumentar sus ventas en Estados Unidos… y en República Dominicana.
Aunque se trata de una fiesta estadounidense criticada por sus matices “paganos”, los comerciantes dominicanos empiezan a ver en ella una oportunidad para atraer clientes. Y no es para menos, pues en su país de origen, Halloween es la segunda celebración que más dinero mueve en la primera economía del planeta, solo superada por Navidad.
En el país, el movimiento comercial está muy lejos de alcanzar al estadounidense en términos de la variedad de artículos que se ofrecen, pero no es menos cierto que cada año se incrementa el número de comercios interesados en “hacer su Halloween” y de consumidores en celebrar la fiesta.
El profesional del marketing y catedrático universitario, Danilo Montero, entiende que durante los próximos años se aumentará el auge de la celebración, debido a que las nuevas generaciones tienen una mejor disposición a asimilar costumbres extranjeras, especialmente provenientes del vecino del norte.
Los dominicanos residentes en los núcleos urbanos se empiezan a acostumbrar a la decoración negro y naranja propia de la fiesta. No es extraño que los anaqueles de supermercados ofrezcan las características calabazas, o que de sus puertas se deprenda una que otra telaraña.
Halloween también es la fecha ideal para la celebración de grandes fiestas privadas de temática tenebrosa, así como la creación de atracciones alusivas a la fecha en centros comerciales.
Por ahora, las estrategias comerciales de Halloween se dirigen a un grupo limitado de consumidores, explica Montero, pues todavía persiste un alto rechazo en la sociedad dominicana. Con todo, no se puede negar que las ofertas especiales y descuentos son favorables para el bolsillo.