El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, anunció oficialmente este miércoles su renuncia a la jefatura del Estado debido al “clima de ingobernabilidad” que, según dijo, afecta y “no permite avanzar” a su país.
En un vídeo grabado en el Palacio de Gobierno, en el que apareció escoltado por todo el Ejecutivo, el mandatario denunció la “grave distorsión del proceso político” causada por la difusión de vídeos y audios en las últimas horas que lo hacían “injustamente parecer como culpable de actos” en los que no había participado.
Enfatizó que, por ese motivo, “lo mejor para el país es que renuncie a la Presidencia”.
Kuczynski, de 79 años, dejó el cargo en medio de la crisis causada por la difusión de vídeos y audios que muestran a sus aliados intentando comprar votos de congresistas opositores para evitar su destitución por sus presuntos vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.
El gobernante, quien anunció que ha enviado su carta de renuncia al Congreso, dijo que “no puede ser un escollo” para que su país “encuentre la senda de la unidad y la armonía que a mí me negaron”.
“Habrá una transición constitucionalmente ordenada”, remarcó en referencia a que la Constitución peruana establece que el cargo debe ser asumido por el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, quien actualmente es embajador peruano en Canadá.
En su mensaje a la nación, Kuczynski dijo que desde que asumió el poder, el 28 de julio de 2016, se desempeñó “dando lo mejor” de sí, “a pesar de la constante obstaculización y ataques” de que fue “objeto por parte de la mayoría legislativa”, que controla el partido fujimorista Fuerza Popular.
Aseguró que en los dos pedidos de vacancia (destitución) que se presentaron en su contra en el Congreso se usó el “pretexto de que había supuestamente mentido” sobre su vida profesional.
“Incluso, una vez superado este trance, se ha vuelto a la carga con una nueva moción que tiene los mismos argumentos y contiene los mismos hechos que se rechazaron en la primera hace solo tres meses”, agregó.
Señaló, además, que cuando “muchos parlamentarios expusieron que su voto debía ser de conciencia y no de consigna” aparecieron “grabaciones editadas y selectivamente tendenciosas, que daban la impresión de que su gobierno estaba ofreciendo obras a cambio de votos”.
“Todo esto ha generado una grave distorsión del proceso político y de la discusión del proceso de vacancia”, sostuvo antes de negar que sea corrupto.
La crisis
El Gobierno de Kuczynski entró este martes en una crisis profunda después de que la oposición fujimorista publicara los vídeos y audios, que además profundizaron la guerra política entre los hermanos Keiko Fujimori, líder del partido opositor Fuerza Popular, y Kenji Fujimori, disidente de esa agrupación y aliado de Kuczynski.
En las grabaciones se ve a Kenji y a otros congresistas allegados ofreciendo al legislador de Fuerza Popular Moisés Mamani la realización de obras públicas en su circunscripción electoral a cambio de que votara en contra de la destitución del presidente.
También aparecen el abogado de Kuczynski, Alberto Borea, y un funcionario llamado Fredy Aragón, cuya destitución fue confirmada este miércoles en una resolución oficial, aparentemente hablando en nombre o bajo pedido del mandatario e incluso dando a entender que el legislador podría beneficiarse económicamente.
Kuczynski debía comparecer, en principio, este jueves ante el Congreso en persona o bien a través de su abogado y posteriormente se iba a abrir un proceso de debate y votación sobre la moción de destitución por “incapacidad moral permanente”.
Odebrecht
Kuczynski renunció engullido por la amplia ola de corrupción que campea sobre la política peruana, la misma que él juró combatir y desterrar cuando hace veinte meses llegó al sillón presidencial.
Su larga experiencia en el sector público y privado, su amplio patrimonio y su formación anglosajona lo hacían idóneo para la lucha anticorrupción, pero el caso Odebrecht lo sumió en una agonía que llevó a su Gobierno a recordar las épocas más oscuras del régimen de Alberto Fujimori, cuyo indulto otorgado por él mismo lo hundió aún más.
Apenas llevaba seis meses en el poder cuando estalló en el país el mayor escándalo de corrupción de Latinoamérica, una ola que arrasó con la primera plana de la política peruana, y que Kuczynski, de 79 años y conocido popularmente como PPK, no pudo eludir y lo engulló de llenó.
Su credibilidad quedó en entredicho cuando juraba que no tenía nada que ocultar en este tema hasta que salió a la luz que su consultora Westfield Capital había facturado más de 782,000 dólares a la constructora brasileña entre 2004 y 2007, tiempo en que fue ministro en el Gobierno del expresidente Alejandro Toledo.
El indulto
Terminó por fundir su crédito cuando durante la pasada Nochebuena indultó al expresidente Fujimori de cumplir la totalidad de la condena a 25 años por delitos de lesa humanidad, a pesar de que en la campaña electoral había prometido no hacerlo y su primera ministra, Mercedes Aráoz, había refrendado ese compromiso días antes.
El indulto llegó tres días después de salvarse de ser destituido de una primera moción en su contra en el Congreso, gracias en parte a la abstención de diez congresistas fujimoristas liderados por Kenji Fujimori, quien le había pedido reiteradamente liberar a su padre.
La libertad de Fujimori, considerado el séptimo presidente más corrupto del mundo, fue tomada por el electorado de PPK como un pacto político y una traición, pues precisamente le habían dado su voto para que no lo indultara, algo que se suponía que haría su rival, Keiko Fujimori, hija del exmandatario, a la que derrotó por apenas 40,000 votos.
Vídeos y grabaciones
Kuczynski perdió todo apoyo posible este martes cuando, a pocas horas de que el Congreso debatiera y votara una segunda moción para destituirlo, fueron difundidos una serie de vídeos y grabaciones donde Kenji Fujimori, así como otros congresistas y funcionarios del Gobierno ofrecen el apoyo con obras públicas a parlamentarios opositores a cambio de su voto a favor del presidente.
Los denominados “Kenjivideos” recordaron a los “Vladivideos”, las grabaciones del exasesor presidencial Vladimiro Montesinos que hicieron caer el régimen de Alberto Fujimori al revelar la compra de congresistas, empresarios y periodistas con fondos públicos.
De esta forma, Kuczynski dilapidó una prolija carrera política que buscó culminar con la Presidencia de Perú, tras haber sido ministro de los presidentes Fernando Belaunde Terry (1980-1985) y Alejandro Toledo (2001-2006), y anteriormente funcionario en el Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP).
Sin embargo, su gestión pública no estuvo exenta tampoco de polémica y denuncias de “lobbysmo”, pues en 1968 fue acusado por el gobierno militar de entregar dinero como gerente del BCRP a la International Petroleum Company (IPC) cuando ésta ya había sido nacionalizada.
Huyó de Perú escondido en el maletero de un automóvil, y en los años 80, volvió a abandonar el país tras renunciar a su cargo de ministro de Energía por las protestas provocadas a raíz de una ley que daba exenciones tributarias a la explotación de gas y petróleo.
Nacido en 1938 en Lima, Kuczynski es hijo del médico judío alemán Maxime Kuczynski, que llegó a Perú huyendo del nazismo para estudiar enfermedades tropicales en la Amazonía, y de la maestra franco-suiza Madeleine Godard, tía del cineasta Jean-Luc Godard.
Fuera de la política, Kuczynski es economista por las universidades de Oxford (Inglaterra) y Princeton (Estados Unidos) y está casado en segundas nupcias con la estadounidense Nancy Ann Lange, prima de la actriz ganadora de dos premios Óscar Jessica Lange.