Las pérdidas por concepto de energía no facturada o que fue robada durante el período enero-agosto de este año ascendieron a RD$12,695 millones, equivalentes a US$371 millones, monto que es 2.3 veces mayor al subsidio que paga el Gobierno por la electricidad que consumen los barrios incluidos en el Programa de Reducción de Apagones (PRA).
La revelación está contenida el informe Monitor Energético, sustentado por la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social de la Secretaría de Economía, Planificación y Desarrollo, el cual señala que 47 de cada 100 hogares conectados a la red eléctrica no tiene contador para medir el consumo de electricidad.
El documento establece que en el período enero-agosto de este año el 87.3% de la electricidad suministrada fue distribuido a los sectores que no pertenecen el Programa de Reducción de Apagones (PRA), los cuales son los circuitos comerciales de la distribución.
Destaca que del total de la energía distribuida a los circuitos comerciales del sistema durante los primeros ocho meses de este año, que fueron 6,015 gigavatios hora, sólo el 66.5% fue facturado; el resto (33.5%) fue electricidad despachada por los generadores que no llegó a ser facturada por los distribuidoras, principalmente por el hurto.
“Considerando el precio promedio a que se facturó el gigavatio hora en el período enero-agosto (RD$6.3 millones), se tiene que la electricidad no facturada en los circuitos comerciales ascendió a RD$12,695 millones, equivalentes US$371 millones; esto es 2.3 veces al monto del subsidio pagado por el Gobierno por la energía suministrada a los sectores PRA en los primeros ocho meses del año”, establece el documento de análisis de la situación eléctrica.
Señala que desde esta perspectiva, si bien el PRA como mecanismo de focalización es altamente ineficiente, con altos errores de inclusión y exclusión y muy regresivo, los cierto es que el mayor volumen de energía no facturada, con alto impacto en el desequilibrio financiero de las empresas de distribución, es consumido por los sectores “no-pobres” del país.
Datos preliminares de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2007 (ENIGH) establecen que en el país hay 2.44 millones de viviendas conectadas a la red eléctrica. Sin embargo, con relación a ese total, revela que sólo 809.6 mil (33.2%) posee contador para medir el consumo de electricidad.
Del monto de casas, señala que 472.8 mil (19.4%) tiene una tarifa fija establecida por una de las empresas de distribución y que un millón 157.7 mil (47.4% están conectadas sin medios para medir su consumo.
El documento del Monitor Energético aclara como importante no perder de vista que la encuesta ENIGH no es un censo y que por ser una encuesta está sujeto errores maestrales. Destaca que un informe de agosto de este año de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) se basa en los respectivos registros de las empresas distribuidoras, que ubica en un millón 228,000 el número de clientes facturados. Señala que este dato incluye a las viviendas recogidas en la encuesta, más las deshabitadas y los negocios.
De todos modos, sustenta la Secretaría de Economía a través del Monitor Energético, los datos evidencian la mayor debilidad del mercado eléctrico dominicano: que sólo una de cada tres viviendas conectadas a la red eléctrica es cliente en el sentido comercial de la palabra, pues se les suministra, se mide el consumo y se cobra el servicio. Otra variable, indica, es si la tarifa aplicada es un precio económico que cubre todos los costos incurridos por cada kilovatio hora. “Como se ha visto, falta mucho para que la tarifa aplicada refleje tan condición”, señala.