El presidente de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), Campos de Moya, aseguró que los sectores productivos deben aprovechar el crecimiento del mercado de valores y considerar emitir acciones, sin temor a perder control o transparentar sus operaciones.
“Los empresarios debemos tomar en cuenta que el mercado de valores facilita un acceso a financiamiento más barato, estable y recurrente para planes de expansión regional”, indicó De Moya.
En ese sentido, Yamil Isaías, experto en fondos de inversión, indicó que las empresas familiares se encuentran con muchos obstáculos de costos que hacen que salir al mercado de valores sea poco competitivo.
“Deben haber incentivos para los emisores que van a salir por primera vez, aunque no sean permanentes y se puedan ir desmotando poco a poco, como han recibido otros sectores’, ponderó Isaías.
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Consideró que sin un mercado de valores no hay competitividad. “Los fondos de inversiones son los canales para darle acceso a los inversionistas para tener las oportunidades que se ofrecen y no se han podido aprovechar”.
Indicó que el constante cambio de las reglas de juego impide que se avance. “La nueva ley del mercado de valores trae nuevos reglamentos que eran necesarios, pero las reglas del juego de las diferentes instituciones competentes no siempre van alineadas al desarrollo del mercado”.
Isaías dijo que al cierre de junio los fondos de inversiones administraban 33 mil millones de pesos, con un crecimiento agresivo que está compuesto por fondos abiertos y cerrados.
Mientras que Manuel Cáceres, del sector de puestos de bolsa, indicó que las cuentas en custodia han pasado de 45,512 en 2015 a 80,925 en junio de 2018. De ellas, 79,000 son de personas físicas y 1,700 de empresas.
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“No obstante, con este crecimiento queda mucho espacio para crecer y para estos fines los participantes tenemos que seguir educando a la población e innovar en la creación de nuevos productos que beneficien a los clientes”, explicó.
“Si logramos continuar con un proceso participativo y consensuado de los reglamentos, que logren el balance correcto entre control y supervisión y suficiente flexibilidad, transparencia y apertura para dinamizar los productos podemos dar un salto en el mercado y ayudar a dinamizar la economía dominicana”, dijo Cáceres.
Además, resaltó que las empresas requieren tener a su disposición diferentes formas de financiar su crecimiento, y que actualmente en el país no se ha podido colocar capital en forma de acciones comunes en el mercado.
Consideró que “poder financiarse a través de capital es extremadamente necesario, especialmente para aquellas que están en periodo de crecimiento o cambios en su estructura patrimonial”.
Indicó que se requieren cambios como, por ejemplo, modificación de la Ley de sociedades, reglamentos para la apertura y funcionamiento de las entidades de intermediación financiera y oficinas de representación.
En tanto, Kirsis Jáquez, presidenta de la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP), dijo que los fondos de pensiones tienen el potencial de contribuir aún más con el desarrollo y crecimiento económico del país, aportando a la generación de empleos de calidad y a una mayor competitividad del país.
“Actualmente el 93.82% de los fondos invertidos en el Banco Central, Ministerio de Hacienda o en el Sector Financiero y solo 3.75% en empresas no financieras y un 0.53% en empresas privadas”.
Jáquez aseguró que las AFP están interesadas en opciones de inversión, pero para ello se requiere la creación de vehículos que permitan ese tipo de inversión.
Carlos Marranzini, de la Titularizadora Dominicana, explicó los beneficios de la titularización, entre los cuales destacó que permite ofrecer tasas fijas en créditos hipotecarios, promueve el crecimiento del sector inmobiliario, permite la diversificación en el sector hipotecario y organiza una estandarización de los procesos de origen, gestión de los créditos y garantías.
Además, apela al apetito de riesgo de múltiples inversionistas: fondos de pensiones, fondos de inversión e inversionistas particulares, ofreciendo valores con diferentes perfiles de riesgo. Se trata, dijo, de un vehículo apropiado para enfrentar el déficit habitacional en República Dominicana, contando con recursos del sector privado.
Luis Miguel de Camps afirmó que el fideicomiso es un patrimonio autónomo, una garantía que puede ser implementada para una multiplicidad de funciones. “El fideicomiso a diferencia de otros sectores no está limitado solo al mercado de valores, sino que está abierto a participar en otros mercados”.