Al terminar el 2017, la Procuraduría Especializada de Crímenes y Delitos contra la Salud (Pedecsa), en coordinación con la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF), logró decomisar un valor total de RD$686,414,809 en medicamentos falsificados, continuando su labor de promover la seguridad en la actividad farmacéutica del país.
Estos datos fueron dados a conocer durante un encuentro de seguimiento sostenido en octubre entre ambas instituciones para fortalecer la lucha contra esta problemática.
“Para ARAPF es un deber elevar la conciencia en el país sobre los peligros que representa la comercialización de medicamentos ilícitos”, expresó Juan Miguel Madera, vicepresidente ejecutivo de la asociación. “Los operativos que realizamos en colaboración con la Procuraduría han permitido visibilizar la gravedad de la situación. Por esta razón continuamos comprometidos en colaborar con las autoridades para frenar esta práctica criminal que pone en riesgo la salud de todos los dominicanos”.
El magistrado Rafael A. Brito Peña, quien preside Pedecsa, afirmó que “para esta procuraduría es importante el vínculo que hemos establecido con la industria, que desde un principio fue una iniciativa de ARAPF”.
Desde 2003, ARAPF ha sido el principal promotor de la lucha contra la venta de medicamentos ilícitos, asumiendo una participación en la ejecución de operativos a lo largo de todo el año para decomisar medicamentos falsificados en el mercado. Durante el período 2003-2007, asumió el liderazgo en la ejecución de 203 operativos que incautaron productos por un monto de más de 220 millones de pesos dominicanos.
En 2014, se realizaron cinco operativos para incautar un total de RD$15,235,580 en medicamentos falsificados, y en 2016, con solo dos operativos, se decomisaron productos valorados en RD$18,500,000.
La asociación gremial ha mantenido una constante campaña de prevención, información y concienciación, alertando a la ciudadanía del riesgo que, para su salud, y potencialmente su vida, representa el consumo de medicamentos falsificados. Para estos fines, ARAPF reconoce que el consumo de medicamentos falsificados, o que no cumplan con las normas establecidas, conduce, en muchos casos, al fracaso terapéutico o la resistencia a los fármacos, y en el peor de los casos, a la muerte del paciente.