Santo Domingo.- La compra del 98% de la deuda que el Estado dominicano tenía con Venezuela a través del acuerdo energético PetroCaribe tiene diversas lecturas y depende de quién haga las interpretaciones. Unos están a favor y lo valoran como una decisión inteligente del gobierno, pero otros opinan todo lo contrario.
El economista Franklin Vásquez consideró que, aunque la compra de la deuda de PetroCaribe implicó un ahorro considerable, el Gobierno no actuó de manera lógica emitiendo bonos cinco veces más caros para saldar unos compromisos de largo plazo.


Es por ello que contempló la posibilidad de que el Estado dominicano haya recibido alguna presión de parte de Venezuela y de su empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) para saldar la deuda en estos momentos.
Sin embargo, Porfirio García consideró positivo para el país la compra de su deuda con Venezuela por concepto de compra de petróleo, considerando la eliminación del 52% de los compromisos asumidos con ese país en el marco del acuerdo de PetroCaribe.
“Considero la compra de la deuda muy positiva por las condiciones en que esta se realizó. Esto va a significar que el país ha logrado reducir deuda externa a 3.3% del PIB con una compra de 98% de la deuda de PetroCaribe”, dijo el economista.
A su juicio, esto implica un respiro para el gobierno y el país, así como una menor carga para futuras generaciones.
Vásquez, a su juicio, afirma que hay que considerar el aumento de los intereses que el país debe pagar. Otra de las razones por las que el economista mira esta transacción con recelo es que el gobierno tiene múltiples necesidades de inversión social e infraestructura, para estimular su desarrollo.
“Tenemos demasiadas necesidades, un problema eléctrico y un financiamiento energético. Tenemos una amplia deuda social, problemas con la salud pública, entre otros en los que esos recursos pudieran ser invertidos”, explicó.
A pesar de que el ministro de Hacienda, Simón Lizardo, valora el efecto positivo que tendrá el saldo de esta deuda en la confianza de los mercados internacionales en el país, el economista señala que ya el país es objeto de la confianza de los inversores, disfrutando de tasas de interés menores cada vez que pide liquidez.
“Nosotros no hacemos operaciones financieras las hacemos porque estamos obligados por una presión internacional o un problema puntual. Yo solo justifico ese pago si hay una presión de parte de Venezuela porque es una deuda concesionada, no es con un banco privado”, añadió.
El jueves pasado, el portavoz de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, y el ministro de Hacienda informaron al país del pago de US$1,933 millones a Petróleos de Venezuela, equivalentes al 48% de la deuda ascendente a US$4,027 millones, por concepto de compra de combustible por medio del acuerdo de PetroCaribe, mediante el cual el país se comprometió a saldar con el 1% de interés.
Para realizar el pago, el país emitió US$2,500 millones en bonos a un interés anual de 5.5% durante 10 años.
García, además, entiende que esta compra de la deuda implica un acto de solidaridad de República Dominicana hacia Venezuela, país que atraviesa por estrecheces económicas producto de las abruptas reducciones de los precios internacionales del petróleo, del que depende prácticamente toda su economía. De esta forma, el país estaría regresando su apoyo a un aliado que atraviesa por momentos difíciles.