Brasil generó 32,140 nuevas plazas laborales en mayo, un índice positivo aunque cuatro veces menor al registrado en abril, cuando en el gigante suramericano se crearon 129,601 empleos, informó este jueves la Secretaría Especial de Previsión y Trabajo del Ministerio de Economía.
De acuerdo con los datos del Registro General de Empleados y Desempleados (Caged), en el quinto mes del año fueron registradas 1,347,304 admisiones, mientras 1,315,164 trabajadores fueron dimitidos.
Según el informe, entre enero y mayo se crearon 351,063 nuevos empleos, un 0.91 más que en el mismo período de 2018.
Ya para el acumulado de doce meses, el saldo positivo llega a 474,299 nuevos puestos de trabajo, equivalente a un crecimiento del 1.24%, en el comparativo con el mismo período anterior.
El crecimiento del empleo en mayo fue impulsado por el sector agropecuario, que registró la apertura de 37,373 nuevos puestos, un 2.39% mayor que el de abril.
Los cultivos de café fueron los que más plazas laborales ofrecieron (25,369 puestos), seguidos de los de siembra de naranja (7,718).
Otro sector que influyó para ampliar los puestos de trabajo en mayo fue el de la construcción que abrió de 8.459 nuevas ofertas laborales.
En cuanto al sector de servicios, que impulsó el crecimiento laboral en abril, para el quinto mes del año retrocedió al ofrecer solo 2,533 nuevas vacantes.
En mayo hubo retroceso en los sectores de comercio (-11,305 puestos), industria de la transformación (-6,136) y servicios industriales de utilidad pública (-415).
En cuanto a la modalidad de trabajo intermitente, el informe señala que en esta área se generaron 7,559 empleos en mayo, involucrando 2,828 establecimientos y a 1,991 empresas contratantes.
Este fue el mayor saldo desde noviembre de 2018, cuando se abrieron 7,793 nuevas vacantes de trabajo intermitente.
La generación de nuevas plazas de trabajo no fue igual en todo el territorio brasileño
Los mayores saldos se registraron en tres estados del sudeste: Minas Gerais, Espíritu Santo y Sao Paulo, mientras que las más altas caídas las sufrieron en Río Grande do Sul y en Río de Janeiro.
Brasil cerró 2018 con un saldo positivo de 529,554 empleos formales después de tres años en negativo y tras la dura recesión experimentada entre 2015 y 2016, cuando la economía se desplomó un 7%.
El año pasado, el país encadenó su segunda subida consecutiva después de que registrara una ligera expansión del 1.1%, crecimiento similar al que obtuvo en 2017.